Dos cohetes impactan cerca de la embajada de EE.UU. en Bagdad
Al menos dos cohetes de tipo Katiusha impactaron ayer en los alrededores del gran complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, donde sonaron las sirenas antiaéreas, después de que la semana pasada ataques del mismo tipo contra intereses estadounidenses provocaran un muerto y varios heridos.
Una fuente del Ministerio de
Interior iraquí que pidió el anonimato dijo a Efe que, de acuerdo con “datos preliminares”, los dos cohetes Katiusha impactaron “en la parte exterior de la embajada”.
De acuerdo con la oficina de información del ejército, que confirmó el hecho, no se produjeron víctimas en este atentado en la llamada zona verde de Bagdad, que alberga la mayoría de legaciones diplomáticas extranjeras y edificios gubernamentales y es un blanco frecuente de ataques.
Este incidente se produce después de que el pasado día 15 un soldado estadounidense resultara herido y un contratista muriera en la capital del Kurdistán iraquí, Irbil, tras el impacto de varios Katiusha, tres de ellos en el aeropuerto de la capital.
Los ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak han aumentado desde que Estados Unidos mató, en enero del 2020, al poderoso comandante iraní Qasem Soleimani mediante un bombardeo selectivo en Bagdad, una acción que fue muy criticada por las fuerzas políticas iraquíes y las milicias proiraníes del país.
Llega además menos de dos semanas antes de la visita del papa Francisco al país árabe, del 5 al 8 de marzo, y en un momento en que las autoridades políticas y religiosas han hecho un llamamiento a la calma y condenado cualquier tipo de atentado contra instalaciones extranjeras.
La OTAN anunció la semana pasada que incrementará su misión de entrenamiento en el país, de 500 a 4.000 efectivos, a petición del Gobierno iraquí para ampliar el contingente de la Alianza y hacer frente al grupo yihadista Estado Islámico.
De los ataques contra la zona verde se hacen responsables habitualmente grupos armados poco conocidos, pero Washington acusa directamente a Kataeb Hizbulah, una milicia iraquí financiada directamente por Irán que EE.UU. ha clasificado como organización terrorista.
El último atentado a la embajada estadounidense se produjo el pasado 20 de diciembre, con el lanzamiento de ocho misiles que causaron heridas a un soldado iraquí y daños en la legación diplomática, que calificó de poca consideración.