España no descarta tener que volver a vacunar de la covid el año que viene
La UE reserva dosis para el próximo año por el temor a la mutación del virus
Mientras se avanza en el proceso de vacunación de esta “maldita pandemia”, como lo define la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y se espera como agua de mayo que lleguen millones de dosis a partir abril, los países europeos siguen cerrando acuerdos con las farmacéuticas para reservar dosis de cara al 2022.
Así lo acaban de hacer con la compañía norteamericana Moderna, a la que acaban de comprar otros 150 millones de dosis para este 2021 (que se suman a los 160 ya adquiridos), más otros 150 en previsión de que fuera necesario para el 2022. Este tipo de acuerdos también se han registrado con otras compañías y lo harán con las siguientes, según explicaron fuentes del Ministerio de Sanidad, ante las incertidumbres que aún rodean a este virus.
Y explican que, a día de hoy, es muy difícil asegurar que la vacunación se acabe este 2021. Al contrario, es bastante probable que haya que volver a pasar por ese pinchazo el año que viene. El exministro Salvador Illa ya lo indicó antes de abandonar el cargo: “Posiblemente será necesario una tercera dosis en el 2022”.
¿Por qué? El profesor de la escuela andaluza de Salud Pública, José Martínez Olmos, explica que nada es descartable porque hay muchas incertidumbres, no solo sobre el virus, sino sobre las propias vacunas. “En este momento se desconoce cuánto tiempo dura la inmunidad que proporcionan y, además, no se puede garantizar en absoluto que el virus mute, como se está viendo, y que las actuales sean eficaces para las variantes”.
De hecho, las farmacéuticas trabajan ya en vacunas de segunda generación. Hace unos días, las compañías GSK y Curevac anunciaron que buscarán desarrollar para el 2022 un inmunógeno basado en la
Aún no se sabe cuánto durará la inmunización de las actuales vacunas y su efectividad ante nuevas variantes
tecnología del ARN mensajero contra las nuevas variantes del coronavirus. El objetivo es ofrecer una protección más amplia frente a diferentes mutaciones del SARSCOV-2 y permitir una respuesta rápida a las que puedan surgir en el futuro. El programa de desarrollo comenzará de inmediato, con el objetivo de que la nueva vacuna pueda estar disponible el año que viene, dependiendo de su aprobación regulatoria.
El aumento de mutaciones con el potencial de reducir la eficacia de las vacunas de primera generación requiere una aceleración de los esfuerzos para desarrollar medicamentos contra esas variantes y mantener un paso por delante de la pandemia, señalan desde GSK. Las vacunas covid de próxima generación podrán usarse para proteger a las personas que no han sido vacunadas anteriormente o servir como refuerzos en el caso de que la inmunidad se reduzca con el tiempo, aseguran desde Curevac, cuya primera vacuna aún no ha sido autorizada por la UE.