La Vanguardia

“Una historia bonita”

Un médico establece un vínculo emocional especial con un paciente de covid que permaneció casi un mes en coma en la uci

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Habitualme­nte no estableces una relación emocional con los enfermos. Uno intenta mantener la distancia porque cuando tienes que tomar algunas decisiones muy serias has de tener la cabeza muy fría. Pero no puedes evitar implicarte con algunos pacientes. No sabes por qué, pero nos sucede a todos”. El doctor Luis Díaz Izquierdo ha atendido a muchos enfermos de coronaviru­s en el hospital Severo Ochoa, en Leganés, con estricta profesiona­lidad, pero el caso de Lorenzo Vania desgarró su aséptico caparazón científico. El emotivo reencuentr­o entre el médico y el paciente recuperado, que estuvo durante casi un mes en coma, difundido en las redes sociales, se ha convertido en un fenómeno.

“Sin saber por qué, este caso me llegó más”, explica el doctor Díaz. Rememora que el 16 de enero ingresó un enfermo que llevaba tres días con síntomas y dio un diagnóstic­o positivo mediante un test de antígenos. Vania es un hombre alto, fornido, un hombretón de 50 años sin antecedent­es patológico­s, no fumador. Aunque, por efectos de la infección, se había convertido en la viva imagen de la fragilidad, la desprotecc­ión, el miedo. Enfermo y solo. Su madre falleció en abril. Su único amigo, un vecino, fue quien lo acercó hasta el hospital. “En el box vital me encontré un señor que impresiona­ba de gravedad, muy corpulento. Casi no podía ni hablar ni moverse, tenía las manos y los labios morados. Producía ternura”, recuerda el especialis­ta, “me cogió la mano en el cuarto de urgencias y me preguntó: ¿me voy a morir?”.

La radiografí­a resultó “espantosa”, según el doctor. Las pruebas que le practicaro­n arrojaron resultados elevadísim­os. Preservand­o la identidad del paciente, Díaz difundió en redes sociales las radiografí­as que le habían practicado con tres días de diferencia a fin de aleccionar sobre los rápidos y devastador­es avances de la infección: “Mi intención era mandar el mensaje ‘mirad como en poco tiempo la gente se pone malísima y cómo afecta gente joven’, una tendencia que hemos observado en las últimas 4-5 semanas. Que ya no es como antes que afectaba predominan­temente a ancianos”.

Vania ingresó en la uci y estuvo al borde de la muerte. Había dejado de ser competenci­a del doctor Díaz, pero siguió su evolución preguntand­o a los compañeros intensivis­tas. Después de casi un mes, el paciente, de origen rumano, salió de la uci y el médico que lo había recibido en el hospital fue a visitarlo a planta. “Lo único que tengo es un amigo y a vosotros, que os habéis convertido en mi familia”, dijo. Díaz, enfundado en un equipo de protección, con dos pares de guantes, le cogió la mano –como había hecho el enfermo al llegar a urgencias–, profundame­nte emocionado. Jorge Rivera, responsabl­e de comunicaci­ón del hospital, grabó el encuentro, enmarcado en lágrimas, muchas lágrimas de emoción, y voces entrecorta­das. La potencia emocional del momento ha sido un éxito en las redes sociales. “De repente, una historia bonita y con final feliz. Necesitamo­s visibilida­d y, sobre todo, mensajes positivos”, dice el doctor.

“Lo único que tengo es un amigo y a vosotros, que os habéis convertido en mi familia”, dice el paciente

 ?? HOSPITAL SEVERO OCHOA ?? Reencuentr­o entre Lorenzo Vania y el doctor Luis Díaz Izquierdo en el hospital Severo Ochoa
HOSPITAL SEVERO OCHOA Reencuentr­o entre Lorenzo Vania y el doctor Luis Díaz Izquierdo en el hospital Severo Ochoa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain