Las mismas disparidades se trasladan a la gestión de Rodalies en Lleida
En paralelo, FGC ha iniciado los trámites para la posible compra de diez nuevos trenes con los que prestaría el servicio de tren lanzadera, equipados con espacio para maletas y pantallas de información de las llegadas y salidas, como los servicios exprés existentes en Londres, Viena o Tokio. El mes pasado publicó el anuncio previo a la licitación para ver el posible interés que puede despertar en el sector.
“Nosotros ya podemos hacerlo sin necesidad de comprar unos trenes que ya tenemos”, espetó Táboas ayer en el acto de Foment del Treball. El presidente de Renfe explicó que este año se invertirán 133 millones de euros en la compra de nuevos trenes y que en el periodo del plan de Rodalies se incorporarán hasta un centenar de unidades nuevas. Algo más de la mitad de la nueva flota se destinará a la renovación de un material rodante muy envejecido y el resto irá a incrementar servicios. Aunque Táboas esta vez decidió pasar de puntillas, desde Renfe relacionan la llegada de los nuevos trenes con la firma del contrato programa pendiente con la Generalitat, donde se debe establecer el acuerdo entre la administración titular del servicio y el operador. Las negociaciones empezaron muy bien pero se enfriaron hace meses y ahora están paradas a la espera de que se forme el nuevo Govern.
Con el próximo ejecutivo deberá resolverse también el futuro de Rodalies de Lleida. La Generalitat ha dibujado nuevas líneas y ha encargado su gestión a Ferrocarrils de la Generalitat, que ha elaborado un plan para empezar a operar dentro de cuatro años, cuando haya comprado los trenes que lo hagan posible. Táboas consideró que el proyecto de mejora era muy coherente pero defendió que si se encargase a Renfe en lugar de a FGC, “se podría hacer realidad en dos meses y se ahorrarían 50 millones de euros”, ya que no haría falta comprar más trenes de los ya previstos en el plan de Rodalies.
“Renfe es una empresa que está en Catalunya, que quiere seguir estando y que quiere crecer”, concluyó Táboas, un planteamiento que se puede reforzar si se ejecutan las inversiones prometidas en el plan de Rodalies, valoradas en más de 6.000 millones de euros en diez años. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, que hizo de anfitrión a Macías y Táboas, les instó a “empezar a licitar y aplicar” y reclamó que la gestión del servicio se haga desde el territorio, cumpliendo con lo prometido y con una visión de kilómetro cero.