La Vanguardia

El Bulli 1846 abrirá en periodo de pruebas a partir de abril del 2022

- BÀRBARA JULBE

El Bulli 1846 ya dispone de fecha para su reapertura. Según concretó ayer Ferran Adrià en un acto en Roses (Alt Empordà), el nuevo centro de la Cala Montjoi abrirá sus puertas a partir del mes de abril del año que viene, aunque en periodo de pruebas. Un tiempo –hasta noviembre– en el que las visitas serán gratuitas y servirá, a su vez, para definir cómo será su estreno definitivo.

Las obras del nuevo lab expositivo donde se reflexiona­rá sobre innovación y conocimien­to conectado van a buen ritmo. Tras abrir las puertas, está previsto que en invierno acoja “actividade­s sociales”. En la actualidad, se están definiendo aspectos como el precio de las entradas o cómo llegarán los visitantes. El periodo de pruebas también servirá, entre otras cosas, para probar el aparcamien­to.

El objetivo es que tenga un formato íntimo, de unas 150 personas como máximo, y que los visitantes “comprendan” por qué “El Bulli fue El Bulli”. Más allá de la parte del legado que se podrá ver (el propio comedor o la cocina de El Bulli forman parte del recorrido), los visitantes tendrán la oportunida­d de conocer la “influencia que tuvo y tiene todavía hoy El Bulli”. “Lo que pretendemo­s es que la gente lo pase bien. Y lo queremos hacer bien con el Ayuntamien­to y el parque natural del Cap de Creus a fin de que sea un orgullo para todos. Estamos ilusionado­s”, admitió Adrià.

En julio ya se habrán terminado las obras de museizació­n del interior, y en abril, los trabajos exteriores. No se aspira a que sea un espacio elitista. “Tendrá un coste para compensar gastos. Aquí no hay ni un euro público. Queremos ser un referente sobre cómo gestionar la cultura”, advirtió el chef. Entre las dificultad­es para sacar adelante el El Bulli 1846 hubo los cuatro proyectos que sus impulsores entregaron al Consistori­o. “Intentamos hacer un proyecto de país”, insistió Adrià, que ayer fue el responsabl­e de apadrinar el sello Gastronomi­a d’origen en Roses.

Una iniciativa, impulsada por la Associació d’empresaris Rosescap de Creus, para potenciar el municipio como polo de atracción turística pero con vocación comarcal. La propuesta cuenta ya con un total de 18 restaurant­es adheridos. Los establecim­ientos que forman parte de dicho sello se compromete­n a usar artículos locales para poner en valor “la excelencia de productos del Empordà”. Entre estos alimentos, el pescado de las cofradías del territorio, los vinos y aceites de la DO Empordà y otros de temporada. Según el presidente de la entidad, Miquel Gotanegra, son una de las destinacio­nes “más bien posicionad­as para hacer una buena campaña turística” tras la pandemia.

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