Lleida entrega a plazos el arte que reclama Barbastro
El museo envía obras en depósito y prepara un plan de traslado para las 83 restantes
El cumplimiento de la sentencia del juzgado de Barbastro que obliga al Museu de Lleida a entregar hasta 11 obras de su colección al obispado de Barbastro se está realizando a plazos y por capítulos. Ayer, el museo comunicó que había trasladado cinco objetos que forman parte del conjunto de 28 obras que Lleida siempre ha reconocido que ha tenido en depósito. Debido a su estado de conservación, se consideró mejor trasladarlos en un transporte diferente al del resto del depósito.
Las piezas entregadas son: un retablo dedicado a la Virgen procedente de Sirés (formado por 26 fragmentos) de la primera mitad del siglo XVII; un retablo de la vida de la Virgen procedente de Montanuy, un tríptico sobre madera de principios del siglo XVI; un sagrario de madera dorada procedente de Gabarret, del siglo XVIII; dos fragmentos de un artesonado de madera con restos de policromía procedente de Ballobar, de los siglos XIV-XV; y un Santo Obispo, talla de madera de pino procedente de Centenera (Erdau), de los siglos XVI-XVII.
Según el comunicado del Museu de Lleida, la entrega fue comunicada al juzgado de Barbastro. El resto de las 83 piezas que quedan por entregar se planteará en una reunión que el consorcio mantendrá a principios de marzo y en la que se prevé tener cerrado el plan de entrega definitiva con la empresa adjudicataria del traslado. Hace una semana venció el plazo para la ejecución provisional de la sentencia y se empezaron a trasladar las obras en Aragón, en una operación realizada con sigilo para evitar escenas como las vividas el 12 de diciembre del 2017 cuando la Guardia Civil dirigió el traslado de las piezas de Sijena.
Entre las entidades que durante estos años han defendido la unidad de la colección del Museu de Lleida, la ejecución de la sentencia se ha recibido con resignación indignada y también la aceptación de la misma por parte del Consorci, una postura reconocida por la propia consellera de Cultura, Àngels Ponsa, que la semana pasada declaró: “Estamos facilitando el retorno de las piezas, aunque se ha de hacer de acuerdo con un calendario y asegurando que el traslado se hace con todas las garantías, como corresponde a una administración que ama el arte y vela por su conservación”. La consellera “lamenta” la disposición mostrada por el obispado de Lleida para cumplir con la sentencia. “Entiendo sus motivos y no lo culpamos, pero nos habría gustado no romper la unidad de acción entre todos los patronos del museo, estábamos conjurados para ello, y no podemos oponernos a su decisión”. Cabe resaltar que si el juzgado hace caso a los requerimientos del obispado de Barbastro y el Gobierno de Aragón, los integrantes del consorcio podrían llegar a ser multados con hasta 500 euros diarios hasta que no se entreguen las piezas.
Para mitigar el vaciado que sufrirá el museo, la consellera presentará un nuevo proyecto. “Ahora esperamos que marche lo que debe marchar y trasladaremos a Lleida obras de la colección de arte del MNAC y también obras de la colección de la Paeria que el Govern tiene en depósito”. Ponsa añadió: “Queremos que el museo siga explicando el arte de la Franja tan bien como hasta ahora o mejor si cabe”.