El Institut del Teatre aparta a Joan Ollé de las clases por las denuncias de acoso
El centro reacciona ante las acusaciones de exalumnas e inicia una investigación
Mañana de emociones fuertes en el Institut del Teatre. Con final expeditivo: el director de escena Joan Ollé, uno de los grandes nombres del teatro catalán de las últimas décadas, ha sido suspendido cautelarmente de la docencia en la institución mientras una comisión de investigación, constituida ayer mismo, analizará las duras acusaciones de acoso sexual y abuso de poder formuladas este fin de semana por exalumnas contra él y otros profesores del Institut y cometidas a lo largo de los últimos 30 años.
Magda Puyo, la directora general del Institut del Teatre, organismo dependiente de la Diputación de Barcelona, anunció además frente a la prensa que se crea una oficina de acompañamiento para que todo el alumnado o exalumnado que quiera “pueda comunicar sus preocupaciones, inquietudes o lo que hayan podido sufrir”. Igualmente, se celebrarán unas jornadas sobre el acoso y el abuso en el sector. “El Institut es el primer tren que los alumnos toman en el teatro y ha de ser lo más sano posible”, subrayó.
Era el final de una mañana que comenzaba a las 9.45 con la reunión urgente de la junta del Institut para tomar medidas a raíz de las graves acusaciones y que continuaba a las 11 de la mañana con una multitudinaria concentración de estudiantes en el atrio de la institución para denunciar la situación vivida durante estos años con algunos docentes, la ley del silencio instaurada –incluso, aseguraban, algunas profesoras han sufrido acoso– y la inacción o incapacidad de las sucesivas direcciones para resolver un problema que, lamentaban, era vox populi, hasta el punto de que los alumnos recién llegados eran avisados sobre algunos profesores.
En la convocatoria, realizada por el colectivo de estudiantes Safareig del dilluns, se leyó un manifiesto en el que denunciaron que el actual protocolo contra el acoso del 2018 se logró solo tras la presión de las alumnas del Grup d’acció Feminista y atacaron las declaraciones sobre el caso realizadas por Magda Puyo que no consideran que “sean feministas”.
“El problema es tan grande y lo tenemos tan en el día a día que seguramente no se ha hecho nada estos años porque hacer algo habría significado hacer mucho, es un sistema”, señalaban unas alumnas. “Hay conductas diarias que se normalizan, maltrato psicológico, comportamiento cosificante, y lo tenemos supernormalizado, y si hay una compañera que lo pasa mal piensas que quizá eres tú la que tiene que cambiar, que no está tan mal”, añadían.
Una de ellas contaba que en su taller, dirigido por Joan Ollé, “venía bebido y seguía bebiendo alcohol en clase y había mucha violencia verbal y psicológica y comentarios insinuantes de carácter sexual realizados con total impunidad en mehabía dio del escenario. Estabas sobre las tablas y él comentaba: ‘Tranquila, que no se te ve la teta, que ya he mirado yo y no se te ve’, frente a los técnicos, el profesorado y mucha gente que le han reído las gracias y luego han venido a decirte: ‘Es Joan, no te preocupes, es así, lo hace porque es así’. Y esta normalización la hace todo el mundo, normaliza comportamientos que no son normales. ¿Lo tendríamos que revisar todo entonces? Sí, todo, y dejar de aceptar muchas cosas”.
“Dirección, dimisión” era uno de los eslogans coreados en la manifestación y la puerta del Institut se llenó de carteles que denunciaban que “El silencio os hace cómplices” y otros con fotos de Joan Ollé –referente de la escena desde hace 40 años, en los orígenes de Dagoll Dagom, director del Sitges Teatre Internacional y que fue miembro de la dirección artística del Lliure– en los que se pedía “Ollé al carrer” y se le tachaba de “abusador”. Algunas alumnas explicaban que ya en los carteles que el Institut colgó estos meses para mantener la distancia para evitar la covid la gente escrito: “¿Ok, Joan Ollé?”.
“No sé si se ha mirado hacia otro lado, creo que cuando se ha podido se ha trabajado pero quizá hemos cometido errores y no hemos estado lo suficientemente atentos durante estos treinta años, y eso hay que reconocerlo”, admitió Puyo ante las quejas de los alumnos.
El foco de las denuncias de acoso
Numerosas alumnas y alumnos se manifestaron ayer contra Ollé y contra la inacción del centro
Los estudiantes denunciaron el silencio que ha habido durante años ante los casos de acoso y abuso de poder
y abusos, formuladas el pasado fin de semana en el diario Ara y que comprenden comentarios humillantes y de carácter sexual, acoso e incluso tocamientos en algún caso, recae en Joan Ollé, aunque también, en diferente grado, hay acusaciones contra otros profesores, entre ellos los ya jubilados Berty Tovías y Jorge Vera.