El Govern dejará abrir los centros comerciales de lunes a viernes
Los bares seguirán con los horarios actuales en Catalunya
La decisión finalmente adoptada por el Procicat ayer dará solo un poco de aire. A partir de este lunes 1 de marzo, los centros comerciales y las tiendas grandes podrán abrir hasta un 30% del aforo, como en los primeros tramos de la desescalada de diciembre. Pero solo de lunes a viernes. Es prácticamente el único cambio aprobado.
Según fuentes de organizaciones comerciales –que ayer mantuvieron una reunión con los consellers de Interior, Miquel Sàmper, y de Empresa i Coneixemen,t Ramon Tremosa, sobre las consecuencias de los actos vandálicos– para el Govern abrir los fines de semana el comercio, sobre todo los grandes centros, supondría un aumento de la movilidad y de las actividades sociales y de ocio que no son compatibles con la actual situación epidémica.
Las grandes tiendas y centros comerciales llevan 160 días cerrados en Catalunya en los últimos once meses. El propio secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, reconoció esta semana que era necesario “dar aire” a los sectores más perjudicados por las restricciones, a pesar de que se incrementara algo el riesgo y la curva pudiera volverse ascendente.
Bares y restaurantes ya ganaron algo más de tiempo de apertura por la mañana y al medio día desde el lunes pasado. También las actividades culturales y deportivas han ido incrementando sus posibilidades. Pero las aperturas están siendo muy tímidas y midiendo al máximo el impacto en interacción social que suponen.
La curva de la tercera ola en Catalunya (ola que comenzó tras el puente de diciembre) está casi estancada desde hace unos días, aún baja. A pesar de que algunos de los indicadores han empeorado, como la R, que pasó ayer de 1, otros, como los test de antígenos de personas sintomáticas, persisten en un leve descenso.
El número de enfermos graves que necesita cuidados intensivos baja poco a poco (569 ayer, 9 menos que el día anterior), pero sigue en cifras tan elevadas que, si de nuevo subiera la epidemia, pondría en un serio aprieto al sistema sanitario.
Por eso el vicepresidente en funciones, Pere Aragonès, lanzaba ayer un mensaje de tranquilidad, al asegurar que el Govern sería “lo más cuidadoso posible” en sus decisiones, para dar seguridad a la ciudadanía y a los sectores económicos, pues “no se trata de dar un paso adelante y dos atrás”.
La tercera ola ha alcanzado niveles de contagio elevadísimos. Se llegó a los 29.000 infectados en una semana justo después de las vacaciones de Navidad y la incidencia acumulada llegó a sumar más de 700 contagiados por 100.000 habitantes a los 14 días. Pero lo peor ha sido que comenzó a crecer con las ucis aún muy llenas. Nunca bajó de 330 pacientes graves ingresados. Y se llegó a los 731.
A pesar de lo mucho que ha mejorado la epidemia en las últimas semanas, el efecto de la variante británica, sobre todo, ha contrarrestado la bajada esperada por las limitaciones de movilidad e interacción social. Y ha hecho que en algunas zonas poco pobladas haya problemas importantes de control de la infección. Las peores cifras ayer seguían estando en Vall d’aran, Garrotxa y Osona. De ahí que el Govern no se plantee modificar el cierre perimetral de las comarcas.
El Govern cree incompatible un aumento de la movilidad con la situación actual