Un llavín, no una llave maestra
Amenudo la política catalana recuerda aquella frase que Winston Churchill le dedicó al laborista William Graham en la Cámara de los Comunes: “Le felicito. Ha hablado sin ninguna nota y casi ningún sentido”. Basta ver las declaraciones alrededor de las negociaciones entre ERC, Jxcat y la CUP a fin de formar gobierno para descubrir que hay un grado de improvisación y de desatino en las respuestas que se formulan. Escuchar al portavoz republicano declarar ante los micrófonos de la Ser que están dispuestos a hablar de todo con la CUP intranquiliza más que anima. ¿De todo? Los republicanos, que se han presentado a las elecciones como una fuerza pragmática y responsable, de repente parecen estar preparados a escuchar cualquier reclamación de los cuperos, que aspiran a dinamitar el sistema.
La CUP sabe que tiene las llaves de un futuro gobierno independentista, así que no se lo va a poner fácil a las otras dos formaciones que pretenden seguir gobernando. Por primera vez en su historia, la izquierda radical sabe
La CUP aspira a la presidencia del Parlament y ERC no se lo niega
que se les necesita y está dispuesta a aprovechar su momento. Han dicho que no renuncian a sentarse en el Consell Executiu e incluso que optan a la presidencia del Parlament, a pesar de ser la quinta fuerza política de la Cámara. Sus nueve escaños valen su peso en oro, así que están dispuestos a que brillen sus cargos, por más que digan que lo importante son los programas. Pero pactar con la CUP entraña riesgos, pues las fuerzas que la conforman no tienen reparos en saltarse el marco autonómico y constitucional. En los últimos días, hemos visto a los cuperos alentando las manifestaciones en las calles, no condenando la violencia y atacando con sus declaraciones a los Mossos. Ya se sabe que asaltar los cielos no es fácil, así que muchos deciden arrasar la tierra que está a su alcance.
Es posible que la CUP tenga un llavín, que no debe confundirse con una llave maestra. Primero, porque los republicanos pueden conseguir otras mayorías o incluso gobernar en solitario con apoyos parlamentarios. Y segundo, porque la sensación es que ERC está utilizando a los cuperos para desgastar a Jxcat, aunque la estrategia entrañe riesgos.
Las negociaciones están en este momento en que nada es lo que parece. También fue Churchill quien recomendó: “¡Con cuánta frecuencia en la vida uno tiene que contentarse con lo que puede conseguir!”. Lástima que sir Winston no figure entre las lecturas de los animosos muchachos de la CUP.