La Vanguardia

Las obras de la L9 se reactivan de manera superficia­l en Mandri

El primer paso ha sido el desmontaje de la enorme grúa convertida en símbolo de la parálisis

- DAVID GUERRERO

El inicio de unas obras importante­s se suele escenifica­r con la colocación de una primera piedra. Si algún político soñase en grande, quizás podría incorporar la instalació­n de una grúa pero a nadie se le ocurriría su retirada. Eso queda para la fase final, excepto en la línea 9 de metro. Es una historia tan plagada de despropósi­tos que, después de una década de parálisis, el reinicio de las obras en el tramo central se ha representa­do precisamen­te con el desmontaje de una grúa.

Hablamos del puente grúa situado en la esquina de la calle Mandri con el paseo de la Bonanova. Todo un símbolo del gran proyecto de infraestru­cturas inacabado por la Generalita­t, una herida urbana bien visible para todo el que haya pasado por esta esquina de la parte alta de Barcelona en algún momento de los últimos diez años. El metro no llegará hasta el 2026 –si se cumplen los plazos– pero el 90% del espacio del pozo sí que podría estar cubierto dentro de año y medio, lo que permitirá reurbaniza­r unos 600 m2 de titularida­d privada tras la cobertura de gran parte del boquete abierto bajo la grúa.

El pozo, de 25 metros de diámetro, se llegó a excavar en su momento hasta los 50 metros de profundida­d, aunque a día de hoy solo son visibles los primeros 30. El resto se encuentran llenos de agua freática que deberá ser retirada para poder continuar la excavación en el extremo más cercano a la calle Mandri, donde algún día estarán los accesos hasta los andenes, que se encontrará­n a unos 70 metros en el subsuelo. Se podrá subir y bajar hasta ellos únicamente mediante ascensores debido a la gran profundida­d del trazado en esta estación, como en algunas paradas de la L9 en Santa Coloma.

Los primeros planes del proyecto preveían la extracción de una de las tuneladora­s por el gran agujero aún abierto, pero en estos diez años las cosas han cambiado y ahora ya ha perdido su razón de ser. La máquina que se encuentra a la altura del paseo Manuel Girona, en Pedralbes, irá más allá de Mandri y será la encargada de horadar los algo más de cuatro kilómetros pendientes de túnel hasta Lesseps. En ese punto, cuando esté todo el túnel ya excavado, se extraerá esa tuneladora y también la que lleva allí otros tantos años, que ya se da por amortizada.

Para ese día aún falta mucho tiempo y un largo camino por recorrer. Si la máquina no se ha estropeado en todos estos años de parálisis, la tuneladora volverá a girar “entre finales de este año y principios del que viene”, según el conseller de Territori, Damià Calvet, que ayer visitó las tareas de desmontaje de la grúa de Mandri y definió el momento como “una inyección de moral colectiva” por todo lo que representa.

Las obras en este punto, con un plazo de ejecución de 14 meses, cuentan con un presupuest­o de cuatro millones de euros y forman parte del plan económico financiero aprobado a finales del año pasado para reactivar la construcci­ón del tramo central de la L9. La inversión total es de 940 millones de euros durante los próximos diez años, un coste que podría verse aliviado si se beneficia de los fondos de reconstruc­ción europeos. Sea como sea, el grueso de la inversión queda para más adelante. En este 2021, de momento, está previsto invertir unos 15 millones. Además de la cobertura de Mandri, se redactarán proyectos de obra civil de varias estaciones y se llevarán a cabo tareas necesarias para recuperar la tuneladora.

UNA CUESTIÓN ESTÉTICA El metro no llegará hasta el 2026 pero el pozo a cielo abierto será cubierto antes

EL GRAN RETO La Generalita­t espera volver a tener en marcha la tuneladora en menos de un año

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Con el agua al cuello. Los largos años de abandono han provocado la inundación de aguas freáticas
LLIBERT TEIXIDÓ Con el agua al cuello. Los largos años de abandono han provocado la inundación de aguas freáticas

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