REPROCHES AL PP POR EL PODER JUDICIAL
La dirección popular avala el veto de sus negociadores a los jueces Prada y Rosell
Pedro Sánchez protagonizó ayer una inusitada conferencia de prensa a las puertas de la Moncloa, al estilo de la Casa Blanca, para dar cuenta de la última reunión del Consejo Europeo. El presidente aprovechó para presionar al PP después de que la noche anterior se rompieran las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Tres horas diarias de reuniones entre el Gobierno y el PP, desde el pasado lunes, lograron desbloquear el miércoles la renovación del consejo de RTVE, con dos de sus diez plazas para Unidas Podemos. A última hora del jueves, en cambio, el acuerdo sobre el Consejo General del Poder Judicial resultó imposible, precisamente, por los dos asientos reservados para la formación morada. “Esto no hay quien lo entienda”, lamentan en la Moncloa, tras ver de nuevo frustrada su pretensión de sellar un acuerdo global con el PP para renovar todos los órganos institucionales con el mandato caducado. En el PSOE solo se lo explican como reacción “acomplejada” del PP a las críticas recibidas por su pacto, singularmente de la ultraderecha de Vox.
Pedro Sánchez y Pablo Casado quisieron ayer explicar las causas de que el acuerdo se haya quedado en aire. El presidente del Gobierno, en una comparecencia en la Moncloa, denunció la actitud del PP, a cuyos “vetos” achacó el desacuerdo. “En democracia, el acuerdo es la única victoria duradera”, advirtió. El bloqueo del principal partido de la oposición para renovar el órgano de gobierno de los jueces, a su juicio, “aún tiene menos sentido y es más injustificable” tras haber sellado el pacto sobre RTVE. “Todas las partes cedimos en nuestras pretensiones iniciales”, destacó, y a través de renuncias y sin vetos se renovó la cúpula de la corporación pública.
Sánchez aseguró que, para intentar salvar el pacto en el CGPJ, el Gobierno fue flexible y planteó alternativas. Y ante el veto explícito del PP a los vocales propuestos por Unidas Podemos –Victoria Rosell y José Ricardo de Prada–, alegó que todos los nombres puestos encima de la mesa tienen “un currículo acreditado y una valía profesional”. “Por eso se les propone”, zanjó. No obstante, aseguró que no se plantea reactivar la reforma para rebajar las mayorías parlamentarias y renovar el CGPJ sin la concurrencia del PP, pero sí le instó a “rectificar”.
Casado, a su vez, reunió de urgencia al comité de dirección del PP tras la suspensión de las negociaciones con el PSOE, para informarle de los motivos del bloqueo, y recibir su aval, como así ocurrió. Todos estuvieron de acuerdo en no aceptar unas candidaturas propuestas por el PSOE que saben de forma fehaciente que lo son a instancias de Podemos, cuando el PP tiene puesta como principal condición para sentarse que la formación de Pablo Iglesias no esté en la negociación.
Los escollos a los que se refiere el PP para interrumpir la negociación son las candidaturas de Rosell y De Prada. En el caso de la primera, la justificación es que el PP pone como condición la despolitización de la justicia, algo que cree que se rompe con Rosell, que fue diputada de
Casado acusa al presidente de querer reforzar su coalición con UP a costa de la independencia judicial
Podemos y ahora ocupa un alto cargo en el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, lo que, a su juicio, consagraría “las puertas giratorias” que tanto repudiaron desde la formación morada.
En cuanto al juez De Prada, el PP utiliza el argumento de que su candidatura supone “un fraude de ley”, porque no fue elegido por sus compañeros dentro del turno judicial ni recogió avales para ello. A pesar de la presión de Sánchez, el PP mantiene que “la pelota está en el tejado del PSOE”, al que acusan de “pretender reforzar su coalición con Podemos a costa de sacrificar a la justicia”.