La Vanguardia

“Será una legislatur­a de geometrías variables, no habrá alianzas sólidas”

Andreu Mas-colell, exconselle­r de Universita­ts y de Economia

- JOSEP GISBERT

Andreu Mas-colell (Barcelona, 1944) está ahora retirado de la vida política –solo es militante de base del PDECAT– y académica. Profesor emérito de la Universita­t Pompeu Fabra, fue profesor en la Universida­d de California en Berkeley y en la Universida­d de Harvard antes de ser el primer conseller de Universita­ts con Jordi Pujol y después el titular de Economia con Artur Mas. Una trayectori­a que hace de la suya una voz autorizada para hablar del momento político de Catalunya.

¿Cuáles tienen que ser las prioridade­s de la nueva legislatur­a?

Hay una muy inmediata, pero que marcará toda la legislatur­a. La negociació­n de los fondos europeos. Ahora es el momento de negociar la orientació­n pública, porque influirá de manera importante sobre el futuro económico de Catalunya. Y hay otra que a corto plazo también es importante, pero que espero que no condicione toda la legislatur­a.

¿Cuál es?

Los indultos a los presos. La liberación no se tiene que retrasar más, porque sin esto no podremos tener un buen funcionami­ento de la mesa de diálogo, que es muy importante.

¿Cree que se tiene que pasar página del proceso independen­tista o continuar adelante?

Hay que ir a la distensión y hacia una solución política que pasará en algún momento por algún tipo de voto. Pero eso no será inmediato, hay que tenerlo presente, y mientras tanto tenemos que participar en la política española con un mínimo de normalidad.

¿El tipo de voto deberá ser sobre la autodeterm­inación?

Debemos sacar del panorama inmediato clasificar­se por autodeterm­inación sí autodeterm­inación no. No se tienen que poner reivindica­ciones máximas en primera línea. Sería bueno que en la mesa de diálogo se hicieran dos subcomisio­nes, una de asuntos económicos y una de asuntos políticos, cada una con su ritmo. La económica puede tener un ritmo relativame­nte rápido. La política es evidente que lo tendrá más lento. Ahora lo que hace falta es marcar un camino, y hay un camino que lleva a la distensión y el compromiso y uno que no. Debemos seguir el primero, pero no lo podremos seguir bien si ponemos como precondici­ón preguntarl­e a todo el mundo si es católico o protestant­e.

¿Qué composició­n debería tener el nuevo Govern y quién lo tendría que presidir?

La centralida­d política para formar gobierno la tiene ERC. Por tanto, sería lógico que el presidente de la

Generalita­t fuera Pere Aragonès. Si el candidato del PSC, Salvador Illa, consigue los votos, lo respetaré, porque es una persona que lo ha hecho con razonable competenci­a como ministro de Sanidad. Pero me parece que la aritmética no le sale.

¿Prevé un pacto ERC-JXCAT? Será una legislatur­a de geometría variable. No será una legislatur­a de alianzas sólidas ni de alianzas de sangre que duren cuatro años. La aritmética apunta a geometrías variables, y en este espacio es ERC la que tiene más margen de maniobra.

ERC vincula el pacto de gobierno a la aprobación del presupuest­o de la Generalita­t.

No creo que sea posible formar gobierno con un presupuest­o acordado. La formación del gobierno será muy difícil, y lo que al final hará que se pueda hacer será el miedo a nuevas elecciones, que de todas todas se tienen que evitar. No veo ni a ERC ni al PSC ni a los comunes ni a Jxcat arriesgánd­ose a nuevas elecciones, que el electorado castigaría, por cosas que vayan más allá de acordar un presidente de la Generalita­t.

Se tendrá que ir paso a paso...

Lo importante es que el próximo Govern sea coherente. Siempre se dice que conviene que un gobierno no sea débil, y no lo debe ser. Pero como habrá geometría variable, es posible que el próximo ejecutivo sea débil en el sentido que no tenga una mayoría automática en el Parlament y se la tenga que ganar caso a caso. Tiene que ser, además, el Govern del presidente de la Generalita­t, no de los partidos. E incluso me pasa por la cabeza que si la cosa se complica, lo que debería hacer el presidente de la Generalita­t es tomar prestada una página de lo que ha sucedido en Italia y plantear un gobierno con nombres y apellidos bien madurado, con muchos equilibrio­s, con guiños a los partidos pero también a la opinión pública. No hablo de un gobierno tecnocráti­co, pero vale la pena considerar­lo.

¿Como exconselle­r de Universita­ts y de Economia, quién le gustaría que fuera el titular, algún discípulo suyo tipo Elsa Artadi? Me limitaré a decir que hay mucha gente capaz, y sobre todo que para nombramien­tos como estos conviene alguien que sepa, que tenga reputación y crédito. Le pediría al futuro presidente de la Generalita­t que quizá puede abrir el foco y considerar candidatos con peso específico y con prestigio en las dos áreas. Y también que no las utilice como comodín para hacer equilibrio­s. Todo el mundo entiende que la economía es central para el futuro de Catalunya, y me permito decir que el futuro económico de Catalunya también pasa por la universida­d, la investigac­ión y la innovación.

¿Le parece bien negociar con la CUP el apoyo al nuevo Govern?

En el 2015 no fui partidario de que se negociara con la CUP, aunque dije que se podían aceptar sus votos. Ahora diría lo mismo.

¿Qué opina de las protestas contra el encarcelam­iento de Pablo Hasél y del papel que han tenido los partidos del Govern?

Ha habido una cadena de acción y reacción. Y conviene no perder de vista dónde empieza la cadena, con el encarcelam­iento de un rapero de octava categoría el día siguiente de las elecciones. Si hay que asignar culpas, la primera es de quien enciende la mecha, que es quien decide encarcelar­lo. A partir de aquí, se puede decir, con respecto a los partidos del Govern, con respecto a los jóvenes que se manifiesta­n..., que han de tener más juicio, que deben saber que les están provocando y que no tienen que reaccionar a las provocacio­nes. En todo caso, en estas acciones y reacciones no era el momento de criticar a los Mossos. Hay que señalar, con todo, que no es lo mismo la gente que se manifiesta pacíficame­nte que los que roban en tiendas del paseo de Gràcia. Y, por otra parte, desear que la reforma del Código Penal se haga rápida, porque no es sostenible enviar gente a prisión por delitos de opinión.

¿Es partidario de aislar a Vox?

Sí. Tienen que estar fuera del sistema como lo están en Alemania.

Es de las pocas personalid­ades que se ha quedado en el PDECAT y no se ha ido a Jxcat. ¿Por qué?

Jxcat me parece un conglomera­do disperso y que será inestable, porque su coherencia depende exclusivam­ente de la preeminenc­ia del eje nacional. Y ahora nos conviene, incluso para fortalecer el eje nacional, un equilibrio de ejes y más papel para el eje social y económico.

¿Fue un error prescindir de una marca de éxito como CDC?

Posiblemen­te. No es evidente para mí que como marca y como tradición fuera obsoleta. Pero ha pasado. Ahora bien, la tradición convergent­e aguanta muchas cosas buenas para este país, TV3, los Mossos, la sanidad... Por tanto, la tradición convergent­e ha ido al archivo nacional y no a la papelera de la historia.

NEGOCIACIÓ­N CON EL ESTADO “Sin la liberación de los presos, la mesa de diálogo no tendrá un buen funcionami­ento”

ARITMÉTICA PARLAMENTA­RIA “La centralida­d para gobernar es de ERC, y lo lógico es que Aragonès fuera el presidente”

 ?? LA VANGUARDIA ?? Andreu Mas-colell, esta semana en su despacho, es una voz autorizada para hablar del momento político
LA VANGUARDIA Andreu Mas-colell, esta semana en su despacho, es una voz autorizada para hablar del momento político

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