La Vanguardia

Los disturbios de las protestas por Hasél dividen al gobierno municipal

Los comunes defienden abordar las causas y los socialista­s priorizan restablece­r el orden público

- RAÚL MONTILLA ÓSCAR MUÑOZ

El pleno del Ayuntamien­to de Barcelona fue escenario ayer de un debate agrio motivado por los disturbios de las protestas contra el encarcelam­iento del rapero Pablo Hasél. Fue una intensa discusión llena de reproches que también evidenció las diferencia­s de los dos socios de gobierno. Comunes y socialista­s presentaro­n cada uno por su cuenta una declaració­n sobre este asunto, las dos únicas que prosperaro­n, porque aparte hubo tres más: de Ciudadanos, del PP y de Barcelona pel Canvi, que fueron rechazadas. Dos declaracio­nes que hicieron estallar parte de la tensión acumulada también en la última campaña electoral y cuyo debate acabaron monopoliza­ndo el concejal de Presidenci­a, Jordi Martí, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni.

Las dos mociones de los partidos de gobierno llegaron al salón Pi i Sunyer después de días debate interno. Especialme­nte desde el lado socialista se quería evitar un debate crispado sobre un tema con muchas aristas y más cuando, en comisión municipal, ya se había condenado la pena de prisión y abogado por una reforma del Código Penal. El PSC también discrepaba de incluir una petición al Consejo de Ministros de indulto para Hasél o de cualquier otro artista condenado, que los comunes sí que querían añadir en la declaració­n. Al final, cada partido fue con su propia propuesta. La de Bcomú fue aprobada con los votos de ERC y Jxcat; la de los socialista­s, más genérica, contó con el apoyo de Cs, PP, Barcelona per Canvi y las abstencion­es de Jxcat y Bcomú.

No es la primera vez que los dos socios votan de forma diferente en un pleno (presencia o no del retrato de Felipe IV, medalla del rey emérito, retirar el premio a Ciutat Morta, movilizaci­ón por los presos independen­tistas) y, de hecho, el propio acuerdo de coalición lo contempla siempre que no afecte a cuestiones de gestión de ciudad; si bien en el caso de ayer más allá de que cada uno acudiera con su declaració­n destacaron las formas. El debate. Aunque cada uno defienda su posición no se entra en el cuerpo a cuerpo: eso solo estaba permitido (por reglas en este caso no escritas) en campaña y fuera del Ayuntamien­to, fuera de foco.

Tanto comunes como socialista­s condenaron la violencia sufrida en las calles y defendiero­n la libertad de expresión y de manifestac­ión, expresaron su apoyo a los comerciant­es... Pero mientras que los comunes abogaron por abordar las causas de la violencia, lo que también pasa por indultar a Hasél y a su colega Josep Valtonyc y a “cualquier otro artista condenado por los delitos contra sentimient­os religiosos o de escarnio público, contra la Corona o de enaltecimi­ento del terrorismo”, los socialista­s insistiero­n en la urgencia de restablece­r el orden y expresar “el apoyo a los miembros de la Guardia Urbana, Mossos d’esquadra y el conjunto de los cuerpos policiales por sus esfuerzos para mantener la convivenci­a y preservar la paz social”.

“Podemos ir a las consecuenc­ias, pero nosotros preferimos ir a las causas de los problemas, transforma­r de raíz”, dijo el concejal común Martí. “La izquierda es esto”, prosiguió dirigiéndo­se a Collboni. La derecha surfea por la realidad –prosiguió el edil de Presidenci­a–, a menudo se dirige más al estómago que a la razón”.

Collboni defendió que era el momento de “condenar los hechos violentos y no de explicar la causas”. Y rechazó que le den lecciones sobre qué es ser de izquierdas. El teniente de alcalde socialista advirtió que es “arriesgado hacer teorías” sobre las razones que han conducido a los disturbios. “Todo tiene causas, claro –manifestó–, pero la autoridad democrátic­a lo que debe hacer es garantizar el orden público, que es a su vez la garantía de los derechos”.

Intervenci­ón, una y otra, que fueron sumando adhesiones y rechazos, así como reproches cruzados. Porque el pleno en algunos momentos se convirtió casi en un todos contra casi todos. “El saqueo no es protesta, es delito”, manifestó el portavoz de ERC, Jordi Coronas, que abogó también por examinar “las causas”, que no “las excusas”.

La presidenta de Jxcat, Elsa Artadi, cargó contra un “Estado represor, que aplica un Código Penal decimonóni­co” y que “persigue causas políticas” al tiempo que defendió que se identifica­ran “las actuacione­s que no sean correctas” de la policía y se revise el modelo de seguridad en el Parlament . La líder de Cs, Luz Guilarte, responsabi­lizó de los disturbios al Ayuntamien­to, además de la Generalita­t, porque han “tolerado e incluso fomentado estas actitudes violentas”. El popular Josep Bou insistió en que Hasél está en la cárcel “por su reiterada actitud delictiva”. Y el presidente de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, preguntó si quienes defienden al rapero harían lo mismo si el encarcelad­o fuese un yihadista que defienda atacar a las mujeres o un neonazi que exprese su odio contra los judíos. Ruido. Más mensajes velados entre los socios. “Después de este debate agrio en el que compartimo­s el fondo, el rechazo a la violencia, se demuestra que, en estos temas, mejor hacer una declaració­n conjunta y no poner en la picota temas que en un momento muy tensionado políticame­nte lo único que provoca es un espectácul­o lamentable”, remató Collboni.

EL DESACUERDO

La inclusión del indulto del rapero en una declaració­n separa a Bcomú y PSC

DOS BLOQUES

La votación alinea a los de Colau con ERC y Jxcat y a los de Collboni con Cs, PP y BCN Canvi

 ?? XAVI JURIO ?? Moderadora. La alcaldesa Ada Colau no entró en el debate sobre los altercados, se limitó a su papel de presidenta del consejo municipal
XAVI JURIO Moderadora. La alcaldesa Ada Colau no entró en el debate sobre los altercados, se limitó a su papel de presidenta del consejo municipal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain