La oposición tumba la hoja de ruta de Colau y Collboni
ERC vota en contra del PAM, advirtiendo que su formación no da cheques en blanco, y provoca un rechazo por amplia mayoría
El portavoz de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Coronas, lo avisó en comisión y también esta semana el presidente del grupo, Ernest Maragall, tras posar en la foto con la alcaldesa Ada Colau y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, en el acuerdo que los tres alcanzaron para invertir 30 millones de euros en los distritos: el gobierno sociocomún no tenía ganado su voto en el Plan de Actuación Municipal (PAM). Y ayer, finalmente, votaron en contra. Un rechazo de ERC que fue clave para que la oposición tumbara en bloque la hoja de ruta del ejecutivo local. Una cuestión más política que efectiva, pero no por ello carente de importancia y más por el momento en el que se produce, justo en el ecuador del mandato.
“No les vamos a ofrecer un cheque en blanco hasta el final del mandato”, advirtió Coronas tras anunciar el voto negativo de su formación. El republicano manifestó que la propuesta presentada por el ejecutivo era “inconcreta” y que su elaboración se había abordado como un simple “trámite”, dejando claro que todos los votos de su grupo estarán siempre sujetos a una negociación previa en donde puedan aportar su sello. “Es un PAM que nace cojo, que demuestra la capacidad del gobierno municipal de incorporar sus propios compromisos”, espetó el concejal de Jxcat, Jordi Martí Galbis, que animó al equipo de Colau a reflexionar por qué su propuesta no consiguió ni un solo apoyo de la oposición.
“En comisión nos dieron un minuto para debatirlo y aquí cinco”, lamentó el portavoz de Ciudadanos, Paco Sierra. “No han aceptado nuestras principales alegaciones”, se quejó el presidente del PP en el Ayuntamiento, Josep Bou. “No nos sentimos representados”, añadió la portavoz de Barcelona pel Canvi, Eva Parera. Descontento general.
Por parte del gobierno defendieron la propuesta el concejal de Presidència, Jordi Martí Grau, y la tercera teniente de alcalde, Laia Bonet, que si bien reconocieron que no era el PAM deseado –la pandemia ha pesado–, defendieron que sí es el más ambicioso posible. En el terreno político apuntaron a ERC. “Parece que su grupo está más pendiente de otras negociaciones y en no incomodar a Jxcat”, afirmó Martí Grau mirando al republicano Coronas.
La derrota del PAM tuvo lugar después del debate del estado de la ciudad, encapsulado en el pleno y que gozó de menor intensidad y buen tono. La alcaldesa Colau se comprometió a dialogar más con los otros partidos: se convocará el pacto de ciudad y se iniciará una ronda de contactos con los grupos.
Aunque carente de tensión, en el debate no faltaron los reproches de la oposición, sobre todo por la gestión de una pandemia de la que, para el republicano Maragall, Barcelona está tardando más de la cuenta en recuperarse. “No íbamos bien”, insistió. “Han sido momentos de resistencia y de resiliencia. Ahora debemos pasar página e introducir elementos de reactivación, esperanza y confianza”, manifestó el teniente de alcalde Collboni.
La alcaldesa se compromete a dialogar más en un debate sobre el estado de la ciudad carente de tensión