La lucha por conservar la categoría se convierte en un polvorín
En la cola de la clasificación liguera, la situación se mantiene extraordinariamente tensa. Superadas las 25 jornadas, ni un solo equipo parece claramente descolgado. El resumen de la jornada en la zona baja ilustra esas circunstancias. Nadie afloja el ritmo.
Si el Huesca, colista (20 puntos), había arrancado el sábado un empate en su visita al Eibar, otro rival directo por la permanencia (1-1), ayer el Valladolid de Sergio González también se mantuvo firme en su visita al Celta (1-1). Aun así, las cosas le podían haber salido mejor a los pucelanos, que estaban mandando en el marcador en el minuto 70 gracias a un gol de Orellana, si no hubieran recibido el empate de Jeison Murillo en el descuento (90+4).
La derrota del Cádiz en casa (0-1 ante el Betis) comprimió aún más las cosas en la pelea por la permanencia. Los gaditanos, que suman 26 puntos –tan solo se encuentran tres puntos por encima de la zona de descenso–, acabaron llevándose un buen disgusto a seis minutos del final en el estadio Ramón de Carranza, después de que el bético Juanmi recogiera una entrega de Emerson.
El Elche, otro de los conjuntos que se mueven en la zona de descenso, no pudo sumar esta vez: transigió en su visita al Granada (2-1), una de las sensaciones de la temporada, vistas sus prestaciones en la Liga e incluso en Europa: está en octavos de final de la Europa League, donde le espera el Molde noruego.
A estas alturas del curso, seis equipos se mueven en el estrecho margen de cinco puntos, una distancia mínima que se puede subsanar de un arreón: Cádiz, Eibar, Valladolid, Alavés, Elche y Huesca se mantienen apretujados.