Glamur de alfombra roja y sofá
La antesala de los Globos de Oro muestra las nuevas reglas que dicta la virtualidad
Los Globos de Oro vivieron en la madrugada del domingo su edición más atípica, con una gala telemática y una alfombra roja híbrida entre lo físico y lo virtual. Mientras que los presentadores de los premios, como Margot Robbie, Kathryn Hann o Amy Poehler pasearon por el famoso felpudo, los invitados y nominados de la noche presentaron sus looks desde el salón de sus casas. Los Grammy Latinos fueron un primer intento de llevar a cabo este formato a distancia que demanda la crisis sanitaria. Sin embargo no ha sido hasta estos Globos de Oro que la moda ha recuperado su brillo en este tipo de acontecimientos.
Tras muchos meses viendo a los famosos en ropa de deporte o incluso en pijama, por fin ha vuelto el glamour de los vestidos de gala. La nueva alfombra roja de 2021 requiere un esfuerzo por parte de las celebridades, quienes asumen su cometido con creces y se visten de largo para su breve participación en un ‘zoom’ estelar. Vestidos con cola, en tejidos satinados y vertiginosos escotes.
Románticas piezas firmadas por maestros como Óscar de la Renta, Gucci o Chanel han vuelto a desfilar en pantalla gracias a estrellas como Andra Day, Elle Faning y Rosamund Pike. Las normas del juego en el mundo de las alfombras rojas han cambiado. Ya no son necesarios los flashes de los fotógrafos para hacer brillar un vestido en la antesala de una gala. Tampoco desplegar el famoso felpudo para otorgar aires hollywoodienses a una entrega de premios.
Los códigos de vestimenta se han relajado y ahora la decisión de vestirse acorde al acto recae únicamente en el famoso. Mientras que Bryan Carson optó por unas bermudas y unos náuticos para “acudir” a los Globos de Oro y Bill Murray protagonizó una aparición estelar con una camisa hawaiana y un Martini en mano, otras estrellas se decantaron por la alta costura para deleitar a sus seguidores en las redes sociales. Son los integrantes de este segundo grupo, como Anya Joy-taylor, con su vestido de Dior, o Kaley Cuoco con un diseño de estilo princesa de Oscar de la Renta, quienes acaparan toda la atención de la velada. Por que para qué sirve una alfombra roja si no es para auto promocionarse.
Bajo este nuevo paradigma para las antesalas de los premios, los diseños de lujo tienen la oportunidad de lucirse durante más tiempo y al detalle, a través de las redes sociales. Lo demostró la actriz Elle Faning
al publicar en su cuenta de Instagram varias fotografías de estudio sobre la pieza que lució para la noche de su nominación. Un exquisito vestido con cola en azul celeste, inspirado en los trajes de los años 20 y firmado por Gucci.
También Amanda Seyfried cautivó a los internautas al transformar un vestido de novia de Oscar de la Renta en un primaveral diseño rosa. Y Emma Corrin, quien se alzó con un Globo de Oro por su interpretación de Lady Di, destacó por elegir un atrevido diseño de Miu Miu que la caracterizaba como un lujoso payaso triste.
El invitado masculino también ha comprendido la importancia de este momento previo a los premios, incluso en pandemia. Si bien siempre aparecen los mismos
Románticas piezas firmadas por maestros como Óscar de la Renta, Chanel o Dior volvieron a brillar en Hollywood
nombres en las listas de mejores vestidos, como Jared Leto con un traje de inspiración setentera de Gucci, esta vez se une a ellos el actor Josh O’connor. El galardonado por su papel en la serie The Crown se llevó también el beneplácito del público con un atrevido esmoquin de Loewe, formado por un fluido pantalón blanco y una americana negra de solapa blanca a juego con un delicado pañuelo anudado al cuello. Su elección, como el broche floral que lució Leto en el pecho, confirma la tendencia de la industria por intentar desdibujar los códigos de vestimenta por sexo, la barrera entre lo masculino y lo femenino y, en definitiva, que vaya calando el mensaje de que la ropa no debe tener género.
La atípica alfombra roja que dejó la gala de los Globos de Oro, sumado a las pasarelas virtuales de las últimas semanas de la moda, son la confirmación de que una nueva era se abre paso en la moda. Virtual, atrevida, sin normas ni códigos sociales preestablecidos. Eso sí, con el brillo de Hollywood y la magia de la moda de siempre.