PREVENCIÓN Y HÁBITOS SALUDABLES
La mayor parte de los casos de estreñimiento habitual se deben a malos hábitos, en los que la dieta juega un papel determinante. Estas medidas pueden contribuir a prevenirlo o aliviarlo:
• Dieta rica en fibra vegetal. Se recomienda incluir frutas y verduras ricas en fibra en la alimentación, además de cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas. Para que el tracto gastrointestinal pueda adaptarse y disminuir síntomas molestos como el dolor abdominal, la distensión y la flatulencia, se debe realizar un incremento gradual de fibra en la dieta. Asimismo, deben reducirse la ingesta de grasas animales, margarinas y mantequillas, así como de procesados y embutidos. También resultará de ayuda establecer una rutina en las horas de comida, tomándose el tiempo necesario para hacerlo sin prisas, masticar bien los alimentos y realizar cinco ingestas diarias.
• Líquidos. Se deben asegurar, al menos, 1,5 litros de líquidos al día. Pueden ser agua u otras bebidas poco o nada calóricas, infusiones, caldos o zumos sin azúcar. Mejor sin gas.
• Ejercicio físico. Como complemento a la dieta, se recomienda hacer ejercicio físico moderado a diario, no de forma ocasional, para contribuir a disminuir el tiempo de transito intestinal. Caminar, andar a buen paso, subir y bajar escaleras o realizar alguna actividad que tonifique la musculatura abdominal y el suelo pélvico, como la bicicleta, la natación o el baile, ayudarán a aliviar o prevenir la aparición del estreñimiento.