Sánchez “levanta acta” de la derrota de ETA sin el PP ni los expresidentes
Una enorme lona blanca desplegada en el patio de la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid) tapaba casi 1.400 armas de ETA, entre ellas pistolas, revólveres, subfusiles o rifles de precisión utilizados por más de una decena de comandos terroristas entre 1977 y el 2005. Hasta que a media mañana representantes de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado retiraron la tela para que una apisonadora pasase por encima del arsenal para celebrar el fin de ETA. Un millar de armas –que representaron “la historia del dolor”, en palabras de Pedro Sánchez– convertidas en chatarra que fueron enviadas a la fundición cinco años después de que lo ordenase la Audiencia Nacional. Sánchez presidió este inédito acto con el que quiso “levantar acta de la derrota de ETA frente a la democracia española”. Una escenificación de la entrega de armas de quienes aceptaron “la derrota”, en la que aprovechó para hacer un llamamiento para no olvidar lo ocurrido a modo de ejercicio “de dignidad y justicia”. “No podemos consentir que se difuminen los nombres de aquellas personas que perdieron su vida o que tuvieron que abandonar su casa para huir de la extorsión y de la violencia”, pidió el líder del Ejecutivo, que estuvo acompañado por cinco ministros socialistas. El titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, y la de Defensa, Margarita Robles, flanquearon a Sánchez en todo momento.
Quienes no quisieron asistir al acto simbólico fueron los expresidentes del gobierno que lucharon contra la banda terrorista. Ni los socialistas Felipe González –que se encuentra en el extranjero– y José Luis Rodríguez Zapatero, ni los populares José María Aznar y Mariano Rajoy. También declinó la invitación el actual líder del Partido Popular, Pablo Casado, quien advirtió que “al Gobierno le sobran los actos de propaganda, los pactos con Bildu y los acercamientos de presos etarras”. “La sociedad española derrotó a ETA con la ley, los cuerpos de seguridad y la cooperación internacional”, insistió. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tampoco asistió, pese a estar igualmente invitada.
Las asociaciones de víctimas también se dividieron entre la ausencia –Covite o Dignidad y Justicia– y la presencia –Asociación de Víctimas del Terrorismo– en la escenificación. La AVT emitió un comunicado después para “recordar” que ETA no entregó esas armas, sino que su éxito se debió al trabajo de los cuerpos de seguridad. En el acto sí hubo representación de todos los cuerpos policiales autonómicos y forales, entre ellos el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero.