La OPEP ignora la subida de precios y pospone el aumento de producción
Pese a que el barril de petróleo haya superado los niveles que tenía antes de la pandemia, con una apreciación del 30% en lo que va de año, el cártel de países exportadores de petróleo (OPEP) mantiene su desconfianza. “La única certidumbre que hoy tenemos es la incertidumbre”, tal como declaró el delegado saudí ante la prensa.
Y así, en una reunión celebrada ayer por vía telemática, la organización decidió que no ha llegado aún el momento de abrir el grifo y aumentar la producción de oro negro en coincidencia con la recuperación del ciclo económico.
En tan solo poco más de tres horas, los miembros del cártel, junto al resto de los países externos capitaneados por Rusia, optaron por postergar cualquier aumento hasta el mes de abril, dejando así unos siete millones de barriles diarios en el subsuelo respecto a lo que extraía el pasado mes de mayo, cuando se extendió el confinamiento por la pandemia.
“La incertidumbre del ritmo de la recuperación no ha disminuido. Es difícil hacer previsiones en un entorno tan impredecible. Les hago un llamamiento, por tanto, a la prudencia y la vigilancia”, declaró Abdulaziz bin Salman, ministro de Energía de Arabia Saudí. “Tenemos un gran acuerdo”, recalcó.
Rusia y Kazajistán sí que podrán elevar un poco su extracción, pero esencialmente con destino al mercado interno, con lo que no habrá influencia en el mercado.
Una de las primeras consecuencias de esta postura de cierre de la OPEP fue la subida de las cotizaciones. La variedad Texas en EE.UU. se disparó un 5% hasta los 64 dólares el barril. Por su parte, el de referencia en Europa, el Brent, se apreció un 4,1% hasta los 66,7 dólares. Ambos precios representan los máximos en lo que va de año.
La obstinación del cártel puede parecer excesiva, cuando hay cada vez más señales de que estamos cerca de un cambio de ciclo. Las reservas almacenadas de crudo en los países consumidores en diciembre cayeron por quinto mes consecutivo. Asimismo, la campaña de vacunación sigue adelante, aumentando la esperanza de un crecimiento global.
Sin embargo, no hay que olvidar que la tardanza en actuar de la OPEP la pasada primavera hizo que los precios del petróleo llegaran por primera vez en terreno negativo, de ahí que el cartel prefiera mantener el mercado un poco en tensión para evitar malas sorpresas. Y para las petroleras, atrapadas entre un elevado monto de deudas y la amenaza de nuevos impuestos, se trata de un balón de oxígeno. •