El Museu Egipci viaja al origen de Ptolomeo
El Museu Egipci encuentra importantes vestigios ptolomaicos
Ptolomeo I no solo construyó la biblioteca de Alejandría o el templo de las musas (de dónde provienen nuestros museos) o impulsó el proyecto del faro que maravilló el mundo antiguo. El primer faraón de la última dinastía independiente del antiguo Egipto, que finalizaría con la famosa Cleopatra VII, también rehabilitó templos que el dominio persa dañó y edificó algún que otro. Desgraciadamente, poco queda de su importante legado arquitectónico.
La misión arqueológica en el yacimiento de Kom el-ajmar Sharuna, formada por el Museu Egipci de Barcelona, la Universidad de Tübingen y el Supreme Council of Antiquities de Egipto, añade ahora algún rayo más de luz en torno a la figura y la obra de este general y diádoco sucesor de Alejandro Magno gracias al descubrimiento de los restos de uno de sus templos en este emplazamiento del Egipto medio, a unos 160 kilómetros de El Cairo.
En total, se han encontrado 60 sillares de piedra que formaban parte de los cimientos y del pavimento de una iglesia copta del siglo VI. El hallazgo se realizó, como sucede muchas veces, por azar, mientras se instalaba un sistema de drenaje en unas tierras de labranza. Los bloques, que pesan unos 500 kilos, formaban parte de las cuatro hileras superiores del templo y destacan por su buen estado de conservación. Contienen varios elementos decorativos y arquitectónicos, como el rostro de la diosa Hathor, los cartuchos reales con el nombre de Ptolomeo I, cornisas, molduras convexas y textos jeroglíficos, todavía en estudio, que indican por ejemplo que el templo estaba dedicado a los dioses Horus y Hathor.
“Es de los pocos templos que erigió Ptolomeo I fuera de Alejandría y los vestigios encontrados son los más numerosos y los de mejor calidad artística, de aquí su importancia”, explicó ayer el egiptólogo y conservador del Museu Egipci Luis Manuel Gonzálvez durante la presentación del descubrimiento .“Todavía no se ha definido la planta de la iglesia”, prosiguió, por lo que no se descartan más hallazgos.
“Empieza ahora un proyecto que durará años”, destacó Mariàngela Taulé, arqueóloga y directora general de la Fundació Arqueològica Clos. Si la pandemia lo permite, la próxima campaña se iniciará a finales de año o a principios del que viene y también se intentarán buscar vestigios del templo en otros lugares del yacimiento que permitan incluso localizar el lugar exacto donde fue erigido. El objetivo final es poder reconstruir el edificio tal como fue diseñado.
La recuperación de este templo se ha convertido en el hallazgo más importante realizado durante los quince años que hace que el Museu Egipci financia y participa en el Proyecto Sharuna. Para Jordi Clos, presidente y patrón de la Fundació Arqueològica Clos, supone “la entrada de la fundación a la Champions del mundo arqueológico” y representa también el colofón personal a una vida de pasión egiptológica que inició a los dieciséis años. “No me habría imaginado nunca que empezaría un descubrimiento de esta envergadura”, confiesa.
Se conocía la existencia del templo desde 1838, cuando el egiptólogo Nestor EL Hôte dejó constancia por escrito. Ahora bien, se perdió su rastro aunque durante los años posteriores se fueron encontrando algunos fragmentos y también algunos sillares, como los descubiertos por el egiptólogo Tadeus Smolenski a principios del siglo XX y que ahora se conservan en las colecciones egipcias de Viena y Budapest. En el año 1984 también salieron otros durante los trabajos de excavación de la Universidad de Tübingen, cuando todavía no se había añadido a la misión el Museu Egipci de Barcelona, que lo haría en el 2006.
Gracias a la gran cantidad de las piezas recuperadas, los egiptólogos ya han podido establecer las primeras conexiones entre los hallazgos actuales y los efectuados antiguamente. De momento, los inmensos bloques han sido limpiados, restaurados y almacenados. También se han documentado uno por uno y se han aplicado técnicas fotográficas como la fotogrametría, con el fin de poder reproducirlos exactamente en modelos tridimensionales y recomponer digitalmente el orden que ocupaban en el templo “como si se tratara de un rompecabezas”, ejemplariza Taulé. Precisamente, la Fundació Arqueològica Clos ha
EN BUSCA DE MÁS PIEZAS
La misión se centrará en buscar más restos que permitan reconstruir y ubicar el templo
ANTES DEL VERANO
El Museu Egipci prepara una exposición con impresiones en 3D de los bloques recuperados
anunciado que prepara una exposición temporal en el Museu Egipci que se inaugurará antes de verano, con réplicas exactas realizadas en impresiones 3D. Se espera que se puedan presentar ya varios sillares unidos tal como se encontraban en el templo. La muestra también pivotará sobre la figura de Ptolomeo I e incorporará piezas inéditas como un sarcófago o varias estatuas que permitirán hacer un recorrido por la dinastía ptolomaica hasta su final con la famosa Cleopatra VII, de quien el museo ya cuenta con una estela donde sale representada.
El yacimiento de Sharuna es especialmente complicado por la presencia de aguas freáticas, que se encuentran a menos de un metro de profundidad. Eso obliga a mantener un drenaje constante para poder trabajar. Este inconveniente es, paradójicamente, el que ha desencadenado el hallazgo. A esta dificultad se añadieron en la pasada campaña lluvias torrenciales como no se habían visto en cien años, plagas de serpientes venenosas e incluso una pandemia a escala mundial que todos ya conocemos. Lo que podría parecer una maldición faraónica, si existieran, no deja de añadir un cierto componente épico al descubrimiento, en consonancia con la biografía del faraón.
Los esfuerzos de la misión también se centrarán a partir de ahora en recuperar la figura de Ptolomeo I y la relación que mantuvo con esta población del Egipto medio, que parece que vivió un resurgimiento coincidiendo con su reinado, tal como ponen de manifiesto también algunas de las tumbas aparecidas en la necrópolis. Ptolomeo I no solo ha pasado a la historia como general de Alejandro Magno o como fundador de la dinastía ptolomaica o lágida. Sus decisiones como gobernante fueron bastante apreciadas por una población que acababa de ser liberada del dominio persa. En este sentido, dedicó sus esfuerzos a reorganizar el doble país, impulsar su economía y reparar los daños sufridos. Y lo que no deja de ser importante, respetó la cultura milenaria de Egipto, financió a sus sacerdotes e incluso promovió la adoración de Serapis, un dios que unía a Osiris y Apis bajo una forma griega y que de alguna manera integraba las dos tradiciones culturales para que tanto griegos como egipcios pudieran adorar juntos a un mismo dios.