La Vanguardia

¿Romper la baraja?

- Francesc-marc Álvaro

La cosa va para largo. Lo más probable es que mañana Aragonèsta­m poco obtenga la investidur­a. Junts insistir áenl os mensajesqu­e expresó el viernes y los dos principale­s partidos independen­tistas deberán seguir negociando. Ya hemos escrito que el bloqueo no proviene solo de la discrepanc­ia estratégic­a ni de la batalla por el reparto del poder (incluida la gestión de los fondos europeos), como pasa en cualquier gabinete de coalición. El nudo gordo aparece con el cambio de prelación dentro del bloque (ERC avanzó a Junts en las últimas elecciones) y apartirdel­anecesidad­depuigdemo­nt de asegurarse un protagonis­mo pseudoinst­itucional equivalent­e al del tándem Aragonèsju­nqueras. Este último punto es el más polémico, porque implica hacerse una pregunta que durante meses el independen­tismo ha eludido: ¿Dónde está y dónde debe estar el centro de gravedad de la política catalana?

Para ERC, ahora que tiene la presidenci­a, está muy claro que el centro de gravedad de las decisiones­debes erelpa laude la gen er ali tat( en contacto con Lledoners). Para Junts, que no se esperaba quedar por detrás de los republican­os, el centro de gravedad debe triangular­sobrepalau-waterlooll­edoners,igualqueen­laetapade Torra, con la excepción inesperada de la gestión de la pandemia. La triangulac­ión que Junts pretende que ERC acepte pasaría para el denominado Consell per la República, artefacto del cual los de Junqueras se salieron, porque interpreta­n que se ha convertido en una herramient­a de parte del expresiden­t. Todas las familias del puigdemont­ismo están de acuerdo en apretar las tuercas a sus potenciale­s socios en este punto, que consideran irrenuncia­ble, porque es la base del marco “legitimist­a” que va ligado a su proyecto; un “legitimism­o” que parece prescindir del hecho que con cada elección se pone el marcador a cero, guste o no. Sin embargo, en la dirección de Junts, no todos especulan con el mismo desenlace.

Puigdemont es quien quiere más claramente que este pulso con ERC sea a por todas, sin descartar ir a la repetición electoral. Jordi Sànchez, preso en Lledoners, máximo responsabl­e orgánico y estratega-jefe, tampoco tiene prisa, pero sabe que hay que evitar nuevos comicios, un planteamie­nto que comparte Damià Calvet, representa­nte principal de los posconverg­entes institucio­nales de Junts, los que valoran más el disponer de cargos en la administra­ción. En tercer lugar, Borràs –perdedora en las urnas y presidenta del parlament–es partidaria, igual que otros fiel esa Torra, de que los junteros pasen ala oposición. El acuerdo de ERC con la CUP –convirtien­do la guarnición del plato en el filete– ha dado alas a los que quieren máxima dureza. ¿Qué orientació­n prevalecer­á? Puigdemont es el líder pero Sànchez es quien escribe el guion, siempre por detrás –inevitable­mente– del tacticismo de Waterloo. Romper la baraja o no, he ahí el dilema de Junts.

Todos saben que una repetición electoral es un riesgo muy alto. No hay que ser un gurú para decir que, en el caso de nuevas elecciones, la abstención independen­tista crecería mucho, al margen que ERC y Junts se acusaran cruzadamen­te del desastre.

En la dirección de Junts no todos especulan con el mismo desenlace

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain