Manuel Azuaga
Presidente de Unicaja
Manuel Azuaga tomará las riendas de la entidad que nace de la fusión entre Unicaja y Liberbank. A falta de que los supervisores aprueben la operación, Unicaja se convertirá en el quinto banco español en volumen de activos.
Nuevo paso para la creación del quinto banco en España en volumen de activos. Este miércoles las juntas extraordinarias de accionistas de Unicaja y Liberbank dieron el visto bueno a su fusión. Ahora el proceso de absorción queda en manos de las autoridades, que han de fijar las condiciones para que se lleve adelante la operación. Las entidades bancarias implicadas esperan que las resoluciones de los supervisores se produzcan a principios de verano y poder realizar el canje de acciones para poner en marcha la integración operativa en el segundo semestre del año.
El nuevo banco, con 113.000 millones de euros en activos, mantendrá Unicaja como denominación del grupo y la sede, en Málaga. Además tiene presencia en el 80% del territorio español y supera los 4,5 millones de clientes. Desde Unicaja destacan que con la fusión van a ser líderes en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-la Mancha, Cantabria y Asturias.
Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco, destacó ante los accionistas que la operación está “alineada con las expectativas del Banco Central Europeo (BCE)” y mejora la sostenibilidad del modelo de negocio. También subrayó que se trata de una alternativa adecuada ante “una presión sin precedentes sobre la rentabilidad” del sector financiero, acentuada por la pandemia.
Para el primer directivo de la entidad que absorberá a Liberbank, “el proyecto de fusión reúne todos los requisitos para asegurar el cumplimiento de las expectativas avanzadas, a través de la configuración de una nueva entidad con una situación de fortaleza financiera y un mayor tamaño que permitirá afrontar mejor los desafíos a los que se enfrenta el sector, potenciar la aportación de valor a los accionistas, y continuar apoyando la recuperación económica del país, manteniendo la cercanía y vinculación al territorio como valores identificativos”. Por su parte, el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, justificó la absorción de la entidad por las tensiones sobre las cuentas de resultados, marcadas por los tipos de interés bajos y la pandemia, junto a la transformación vivida en el sector.
El previsible ajuste de plantilla sobrevoló sobre sendas juntas de accionistas celebradas en Málaga y Madrid, aunque no se le puso cifra. Preguntado por los sindicatos, el presidente de Unicaja aseguró que la reestructuración se basará en la negociación con los representantes de los trabajadores. “Las cuestiones relativas a la plantilla se analizarán con el rigor y la seriedad que se requiere, como siempre hemos actuado, y por supuesto dando cumplimiento a la normativa y con el mayor acuerdo posible entre las partes”, defendió Azuaga. La fusión no supone solapamientos geográficos importantes, excepto en las provincias de Cáceres y Ciudad Real.
Ya en diciembre ambas entidades adelantaron que tienen previsto dedicar 378 millones de euros al cierre de oficinas –suman casi 1.600 en toda España– y la reducción de plantilla –tienen cerca de 10.000 empleados–. Supone siete de cada diez euros destinados a los costes de la fusión. Si se suman las provisiones –400 millones para cubrir activos improductivos, 200 millones para romper alianzas–, el impacto de la operación rondará los 1.200 millones de euros.
Al tiempo, estiman que cuando la integración sea plena, en el 2023, la nueva entidad ahorrará en costes 192 millones de euros al año.
SIGUIENTE PASO
Ahora han de analizar la absorción el Banco Central Europeo y la CNMC
SUMAN 10.000 EMPLEADOS Los dos bancos aún no han concretado el alcance del ajuste de la plantilla
El acuerdo entre ambos bancos contempla que como mínimo durante dos años Azuaga ocupará la presidencia con funciones ejecutivas de la entidad resultante, mientras que el consejero delegado de Liberbank desempeñará el mismo puesto en el grupo.
Tras el sí de los accionistas toca el turno a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CMNC), el Banco de España, el BCE, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la dirección general de Seguros y Fondo de Pensiones y, en última instancia, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Una vez establecidas las condiciones para la fusión, se aplicará el canje acordado de una acción de Unicaja por cada 2,7705 acciones de Liberbank. La entidad andaluza controlará el 59,5% del capital.
Esta es la segunda operación de concentración desde el estallido de la crisis de la covid, tras la fusión de Caixabank y Bankia. Unicaja y Liberbank iniciaron conversaciones para su integración en el 2018, aunque rompieron las negociaciones a mediados del 2019. El pasado mes de octubre, en medio de la pandemia, retomaron el proceso, hasta sellar un acuerdo de fusión poco antes de que concluyera el año.