Deforestación récord
El año pasado se perdieron más de 42.000 km2 de bosques primarios tropicales, superficie equivalente a la de Holanda
La velocidad a la que se destruyen los bosques del mundo aumentó drásticamente el año pasado. En total, los trópicos perdieron 122.000 km2 de cobertura arbórea, de los cuales 42.000 km2 correspondían a bosques primarios tropicales (superficie equivalente a la de Holanda) claves para el planeta, según datos de la Universidad de Maryland y la plataforma Global Forest Watch.
La pérdida forestal estuvo muy por encima del promedio de los últimos 20 años. El 2020 fue el tercer peor año para la destrucción de bosques primarios húmedos desde el 2002 cuando comenzó este control.
Las pérdidas fueron particularmente graves en los bosques primarios tropicales húmedos de la Amazonia, el Congo y el sudeste asiático. Estos bosques son vitales como sumideros de carbono en la regulación del clima global, así como para sus ecosistemas insustituibles. Las emisiones de carbono resultantes de esta pérdida de bosque primario (2,64 Gt CO2) son equivalentes a las emisiones anuales de 570 millones de automóviles, más del doble de la cantidad de automóviles en la carretera en los Estados Unidos.
Esta destrucción se debe principalmente a la agricultura, pero también a los incendios provocados por las olas de calor y las sequías en países como Brasil, Australia y Siberia. “Estos datos muestran una emergencia climática, una crisis de biodiversidad, un desastre humanitario y una pérdida de oportunidades económicas”, ha alertado Frances Seymour, del WRI.
Las áreas boscosas de Brasil fueron las que peor año tuvieron. Este país concentró un tercio de la destrucción de bosques con 1,7 millones de hectáreas perdidas, un aumento de aproximadamente el 25% con respecto al año anterior. Los incendios arrasaron el Amazonas a un ritmo mayor que el año anterior. En el 2019, la mayoría de los incendios ocurrieron en áreas ya deforestadas mientras los agricultores preparaban la tierra para la agricultura y los pastos para el ganado. En cambio en el 2020, una parte significativa de los incendios se dieron dentro de los bosques y fuero debido a quemas provocadas por humanos que se escaparon del límite previsto debido a las condiciones secas. “Brasil, que había logrado reducir significativamente la deforestación en la Amazonia ahora ve cómo se esfuman todos esos esfuerzos. Es desolador”, dice Seymour.
El alto nivel de deforestación y actividad de incendios en la Amazonia ocurrió a pesar de la prohibición de los incendios durante el pico de la temporada y el despliegue militar para frenar la deforestación ilegal. Se prevé que ese despliegue finalice el 30 de abril de este año, y la responsabilidad volverá a las agencias federales, que trabajan con presupuestos reducidos en el 2021. La Amazonia no fue el único bioma en Brasil que experimentó un aumento en la pérdida de bosque primario húmedo en el 2020. El Pantanal, el humedal tropical más grande del mundo, experimentó 16 veces más pérdida de bosque primario en el 2020 que el año anterior.
La deforestación está disminuyendo en Indonesia, que por primera vez ha salido de la lista de los tres países con mayor pérdida de bosques primarios. La pérdida de árboles en Indonesia en el 2020 cayó por cuarto año consecutivo, tras la moratoria a la tala de bosques primarios y la conversión de turberas en agricultura impuesta por el gobierno, que restringió las licencias para plantaciones de palma aceitera.
Malasia, que ha perdido un tercio de su bosque primario desde la década de 1970, también ha logrado reducir la deforestación, con leyes más estrictas sobre la tala ilegal.
Las áreas boscosas de Brasil concentraron un tercio de la destrucción de los bosques