Un edificio puntero en el 22@
Un complejo de oficinas que se levanta en el distrito tecnológico aspira a convertirse en el más sostenible de la ciudad de Barcelona
Tras más de dos décadas de la andadura del 22@ para transformar el antiguo Manchester catalán en un distrito tecnológico, esta reconversión urbana todavía sigue en marcha. Después de superar la crisis del 2008 y la parálisis provocada por la covid durante el primer confinamiento de hace un año, las grúas han regresado a una de las áreas más activas actualmente en Barcelona. En la zona norte, las obras avanzan con proyectos que quieren ser un polo de atracción empresarial. Cuando se gestó la idea del 22@ con Joan Clos como alcalde de Barcelona, pocos se imaginaban entonces cómo los cambios tecnológicos que estaban por venir transformarían la sociedad. Unos cambios que también afectan a la manera de construir.
En el solar entre las calles
Pere IV, Fluvià y Bolívia se levanta un innovador edificio. Justo al lado de la antigua fábrica del siglo XIX la Escocesa –reconvertida en un espacio creativo para artistas–, los operarios trabajan en los cimientos de Smart, un complejo de oficinas de unos 25.000 metros cuadrados, que constará de dos edificios, uno de ellos de 12 plantas y otro de 9. Meridia Capital, gestora de inversión, está detrás de este proyecto que quiere ser un referente en materia de sostenibilidad. Las nuevas edificaciones para marcar la diferencia, como sucede en el competitivo 22@, también buscan acreditaciones de alto nivel en cuestiones relacionadas con la eficiencia energética. Una de ellas es la certificación LEED, que responde a las siglas en inglés de Leadership in Energy and
Environmental Design (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). Este sistema de calificación de edificios sostenibles lo gestiona la US Green Building Council, una asociación estadounidense que promueve estos valores en la construcción y cada vez más arquitectos, promotores y diseñadores tienen en cuenta este sello a la hora de edificar. Para valorar qué es un edificio sostenible se establece una clasificación por puntos con distintas categorías en las que entra en juego factores como el ahorro energético, la gestión de residuos o los materiales utilizados. Jaime Monzó, project manager de Meridia Capital, asegura que el nuevo edificio “cuenta con la mejor puntuación en Barcelona de la última versión actualizada de LEED 4 por lo que una vez que esté construido será el más sostenible de la ciudad”. Monzó detalla que por ahora disponen de la precertificación y cuando el complejo esté en pie la entidad lo reconfirmará.
¿Qué hace que este edificio sea tan especial? Por ejemplo, en su proceso de construcción se ha estudiado la huella de carbono generada para obtener una reducción del 10% en emisiones de CO2. Otra característica será la capacidad de generar energía propia con las ventanas a través de los vidrios que captarán la energía del sol. También pretende alcanzar el 75% de la gestión sostenible de los residuos, un 32% de ahorro energético y un 45% en el consumo de agua. El inmueble se conectará a la red urbana de distribución de calor y frío Districlima desplegada en la ciudad para generar la calefacción, el aire acondicionado y el agua caliente a partir del vapor de la valorización energética de los residuos.
Las futuras oficinas superarán otro examen y recibirán la certificación Well Platinum, la máxima disponible otorgada por el instituto internacional Well Building, que promueve la salud y el confort de los habitantes. En este ámbito se valoran aspectos como la calidad de agua, la iluminación o los filtros utilizados para el sistema de ventilación. Los avances tecnológicos también estarán presentes en el edificio para hacerlo inteligente. Los usuarios con una aplicación en el móvil podrán reservar desde una plaza de parking a una sala, acceder a la oficina o apuntarse a una clase de yoga. “Será un edificio pionero smart building que ofrecerá a la comunidad una agenda cultural y saludable”, apunta Cristina Badenes, socia responsable de desarrollo corporativo de Meridia Capital. El estudio de arquitectura GCA Architects se ha encargado del diseño de este complejo para el que todavía se desconocen los futuros inquilinos ya que el proceso se encuentra en fase de comercialización de las oficinas. La construcción se inició en junio del año pasado y se prevé que finalice en verano del 2022.
Las obras arrancaron el año pasado en la zona norte y se prevé que finalicen en verano del 2022