Miles de desplazados de la ciudad ocupada por el EI en Mozambique
Una semana después del mortífero ataque yihadista –con decenas de muertos– a la localidad de Palma, en el norte de Mozambique, los desplazados por la violencia en dirección a la ciudad de Pemba se cuentan por decenas de miles. Escapan en barcos pesqueros, en el ferry de línea, en autobús o incluso a pie durante días a través del bosque, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esta institución ha informado que un 47% de los que escapan son niños y un 30%, mujeres, parte de los cuales han podido ser evacuados en avión.
Igualmente, miles de personas se concentraron en la península de Afungi, a pocos kilómetros de Palma y donde varios cientos se refugiaron en las instalaciones de la petrolera francesa Total, que explota un yacimiento de gas, el objetivo, de hecho, del grupo yihadista conocido como Al Shabab, afiliado a Estado Islámico. Después del ataque, entre 6.000 y 10.000 desplazados llamaron a las puertas del gran complejo de Total. Palma contaba con unos 75.000 habitantes pero en los últimos meses acogió a unos 40.000 desplazados por la violencia yihadista en la provincia norteña de Cabo Delgado.
El ejército mozambiqueño lanzó el miércoles una ofensiva para tratar de recuperar Palma. Las informaciones sobre lo que sucede allí son difíciles de verificar debido a que las telecomunicaciones no funcionan. Según fuentes del Comité Internacional de Cruz Roja, funcionarios del Gobierno trataban de controlar que entre los recién llegados a Pemba no hubiera yihadistas infiltrados.
Portugal, poder colonial en Mozambique hasta 1975, ha anunciado que enviará en los próximos días 60 asesores militares para asistir a las fuerzas armadas.
Según fuentes citadas por la prensa sudafricana, el ataque a Palma era algo esperado con el fin de la temporada de lluvias. Sin embargo, no existía ningún plan para hacer frente al ataque ni para preparar una evacuación, mientras que una fuerza armada destinada en Palma para proteger las instalaciones de Total solo se hacía responsable de la seguridad de los trabajadores y miembros de la compañía.