Celos que matan
‘Otello’ de Verdi
Dir. musical: Gustavo Dudamel Dir. de escena: Amélie Niermeyer Lugar y fecha: Producción Bayerische Staatsoper de Munich. Liceu. 27-28/III/2021
Ante la expectación y lo mediático, triunfó la música de Verdi. El disputado director venezolano Gustavo Dudamel rubricó otro éxito personal en el foso gracias a una orquesta inspirada y fogosa y a un reparto atractivo y solvente. La riqueza sinfónica de este Verdi maduro le va como anillo al dedo a un maestro que, formado sobremanera en el repertorio no operístico, aún busca el siempre difícil equilibrio entre foso y escenario. La fuerza sonora tapó en más de una ocasión las voces solistas, arias de Otello y Yago...
Dudamel demostró instinto dramático y subrayó fraseo, colores y delicadeza como en el dúo de Desdémona y Otello. Encontrar el equilibrio voces-orquesta llegará en las siguientes funciones. Los músicos de la orquesta del Liceu mostraron un trabajo concienzudo y homogéneo. Por secciones destacaron las maderas: fagotes, clarinetes o corno inglés; los metales: trompas y unas cuerdas expresivas, sobretodo contrabajos y cellos. Agradecido el coro, gran protagonista de la ópera, en manos de Conxita García.
La noche del estreno el trío protagonista ofreció una lectura experta y madura. Gregory Kunde mostró su buen temple, trabajo de fraseo y articulación, con un instrumento aún sonoro para un Otello atormentado, sin miedo a mostrar sus heridas. Carlos Álvarez rubricó un Yago de voz siempre presente, sin oscurecimientos. Prestó la nobleza de su timbre en un Credo impecable, sin manierismos y con un trabajo del texto encomiable. Krassimira Stoyanova mostró la clase de la gran dama del canto que es. Emisión impoluta y un timbre siempre brillante y delicado ideal para Desdemona.
En el reparto alternativo destacó el rol debut de la soprano italiana Eleonora Buratto. De voz esmaltada, centro generoso y registro amplio, enamoró gracias a la frescura de un timbre terso y seductor para un instrumento de calidad indiscutible. Jorge de León fue un Otello de voz sonora, espectacular Esultate! al que le faltó ofrecer más colores e inflexiones en el fraseo para un personaje tan complejo. Željko Lucic mostró una voz agreste perfecta para un Yago molesto y venenoso. Impecables los secundarios con mención al vistoso Cassio de Airam Hernández y la profesionalidad de Mireia Pintó, Felipe Bou y Fernando Latorre.
El montaje de Amélie Niermeyer hace una interesante lectura psicológica con Desdemona omnipresente, pero resultó irregular. Extrañó el resultado del siempre complicado tema del pañuelo, así como la astracanada pantomima de Yago en el 2º acto. Excelente iluminación y escenografía par mostrar el mundo interior y exterior de una tragedia para la que no pasa el tiempo.