Paseo entre amigos
El Barça solventa el billete a cuartos ante 686 espectadores
El Barça dejó encarrilada la clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones al almacenar para la vuelta de octavos 12 goles de renta ante el débil Elverum noruego (25-37) en el regreso del público al Palau Blaugrana. Ante 686 aficionados –el máximo aforo permitido era de 1.000 localidades–, los de Xavi Pascual, ayer visitantes, convirtieron en un mero trámite la vuelta del lunes, de nuevo en el Palau por las restricciones de movilidad de los nórdicos.
“Bona tarda i benvingudes i benvinguts al Palau. Han estat 398 dies”. Así arrancaba el partido del regreso de la afición al templo barcelonista, un año y un mes después del cierre obligado por la pandemia. Con una ovación seguida en la presentación de los jugadores, el medio millar largo de seguidores recibió a los de Pasqui, que correspondieron al público con aplausos.
Tras los cumplidos, el festival. El Barça salió enchufadísimo a resolver por la vía rápida y en el primer parcial ya se iba 0-4 con dos paradas de Pérez de Vargas. Los gritos acompasados de “Barça, Barça” que a menudo costaba de oír retumbaron desde los primeros instantes. A los 10 minutos, el duelo ya estaba sentenciado con el 1-8 de Mem, el mejor anotador (7).
El Palau tenía ganas de divertirse y mostrar su cariño al equipo tras más de un año de separación. Igual respondía con una ovación a un balón al palo de Fàbregas que a la entrada a pista de Entrerríos o a una de las 8 paradas que realizó Pérez de Vargas en el primer tiempo, como volvieron a resonar los gritos de “Independència” y “Llibertat” en el 17.14.
El trámite de octavos sirvió a Pascual para dar minutos a unidades menos utilizadas, dosificar desgastes y probar fórmulas nuevas como a Makuc de extremo izquierdo (por poco tiempo), en ausencia de los lesionados Mortensen y Ariño –recordado con camisetas por sus compañeros–.
El duelo no tuvo ninguna historia más allá de los acelerones de la máquina blaugrana, que le permitía coger una renta máxima de 10 goles (2-12, 7-17), para bajar la intensidad y ver acercarse al Elverum a 6 (11-17). Después del descanso, tras un tiempo de Pasqui para poner orden, el Barça se fue hasta los 14 goles de ventaja (el 2337 de Mem), que acabaron siendo 12 para una vuelta descafeinada.
“Nuestro inicio fue increíble, en defensa, en ataque, en el contragolpe, los primeros 15 minutos los jugamos muy bien. En la segunda parte mantuvimos la calma y recuperamos la renta”, resumía Pascual, “contento con el equipo porque es difícil jugar esta eliminatoria con la mente en otro sitio”, decía en referencia al castigo de la EHF de tener que jugar los octavos cuando estaban exentos.
Barça: P. de Vargas (1), Janc (4), Mem (7), Fàbregas (4), Petrus (1), Pálmarsson (2), Pascual (3); Dolenec (3, 2p), Cindric (4), Sorhaindo, Entrerríos, N’guessan (4), Frade (1), Aleix (3, 2p), Makuc, Møller.