URBANISMO DESALIÑADO
Diseños rígidos y malos hábitos deslucen los nuevos espacios para los peatones
Nuevos espacios ganados para los peatones en la esquina de Rocafort con Consell de Cent.
El incivismo, la dejadez municipal y una variedad de colores y formas que confunde deslucen la Barcelona coloreada. Las nuevas aceras se destiñen poco a poco, y en verdad son los peatones quienes menos las disfrutan. El paso del tiempo y unas cuantas caminatas revelan que el Ayuntamiento es incapaz de rectificar los errores cometidos… y también que, encima, muchos ciudadaque nos hacen lo que les da la gana. Otros, sin embargo, simplemente se confunden. Esta urbe se está convirtiendo en un complicado sudoku. Y todo esto está bien lejos del urbanismo táctico que pregona el gobierno de la alcaldesa Ada Colau. La gran ventaja del urbanismo táctico es que permite modificar el planteamiento inicial.
¿Por qué pintaron de color azul turquesa las aceras de la calle Pelai estrenadas este fin de semana?, ¿y por qué la decoraron con circulitos y...? ¿por qué cada nueva acera ha de ser diferente? Barcelona adolece de falta de criterio en estos menesteres. ¿No hay una alternativa más predecible? Tenemos dameros que atender a la hora de coger un taxi y bajar la basura, crípticos triángulos que invitan a reducir la velocidad, todo tipo de multicoloridos estampados, topos, franjas, flechas… Las ciudades tan densas, grandes y consolidadas obligan a regular cada centímetro cuadrado de su espacio compartido. No tienen margen para la espontaneidad, la interpretación y la flexibilidad. Han de marcar todos los usos con claridad, siempre del mismo modo, y no...
Y el caso es que las nuevas aceras de color azul turquesa y circulitos de la calle Pelai son las mejores de todas las pintadas en Barcelona durante este largo año de pandemia. Al menos los autobuses circulan por el otro lado, y no a toda velocidad a la vera del peatón. Además, una línea de aparcamiento refuerza esta percepción de seguridad, más las endebles sevillanas, de seguridad para todos, también para conductores, motoristas y ciclistas, sin aquellos polémicos bloques de hormigón. Y su diseño es también el más bonito de los vistos hasta ahora. Hasta tiene muñequitos que indican que eso es un espacio peatonal. De hecho, si todas fueran así...
Sin embargo, todas estas mejoras son anecdóticas si no reparan los errores ya cometidos. El urbanismo táctico se basa en el bajo coste, la negociación colectiva, la participación ciudadana… y también en la provisionalidad, la improvisación y el reajuste, hasta dar con la tecla. Pero las nuevas aceras amarillas y a topos de la Via Laietana aún funcio
Cada nueva acera es mejor que la anterior, pero el Ayuntamiento no rectifica los errores cometidos
nan como un carril bici clandestino muy peligroso. No hay contrición municipal. El gobierno de la alcaldesa Colau ningunea el despropósito perpetrado. Muy pocos ciudadanos tienen redaños para caminar por ahí. A pesar de que fueron las primeras aceras pintadas tras el confinamiento domiciliario para ayudar a la ciudadanía a desplazarse respetando las distancias de seguridad, aún están como aquel primer día. Bueno, mucho más desteñidas y descoloridas…
Y tras el despropósito de la Via Laietana la redención practicada en las calles Consell de Cent y Girona no fue suficiente. Caminar por estas nuevas aceras, también amarillas pero a franjas y no a topos, no da tanto miedo como hacerlo por las de la Via Laietana. El itinerario aquí es más homogéneo, uniforme y fluido. No era difícil conseguirlo. Pero a cada chaflán uno se encuentra con un montón de trastos viejos, contenedores de basuras, de barreras de hormigón, de trastos viejos… Y para cruzar de una manera segura has de regresar a la acera de toda la vida y buscar el semáforo. Además, en estas aceras los peatones han de coexistir con una invasión de mochilas amarillas, furgonetas y camiones que acaparan el espacio. Nunca hubo tantos repartidores en la ciudad, y nunca tuvieron tan poco espacio.
Solo la dejadez política explica