Este año ya se han producido unos 40 asesinatos en el campo de Al Houl
Dos años atrás, las fuerzas de Siria Democráticas apoyadas por la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI) recuperaban Bagouz, un pequeño bastión en el sureste de Siria cercado por el río Éufrates y la frontera iraquí. Este era el último territorio que quedaba en manos del llamado califato. La mayoría de familias que se escondían allí, especialmente las mujeres y niños, ya que la mayoría de hombres terminaron en las cárceles, fueron trasladadas Al Houl, el campo más grande en control de los kurdos.
Desde ese momento el campo pasó a convertirse en un dolor de cabeza para las autoridades del noreste de Siria. El EI había perdido su territorio pero su ideología seguía intacta en la mente de miles de personas que habían vuelto a quedar reunidas en campos o prisiones. Los asesinatos se hicieron habituales, 40 en lo que va corrido de este año.
Esto llevó a que hace exactamente una semana las fuerzas de seguridad iniciaron una operación con más 5.000 hombres y mujeres destinada a buscar integrantes del EI en la totalidad del campo de Al Houl, que además de 12.000 mujeres y niños extranjeros, que habitan un anexo del campo, también acoge a 20.000 sirios y 31.000 iraquíes.
El objetivo de esta campaña liderada por las Fuerzas de Siria Democrática y las fuerzas de seguridad interna del Noreste de Siria, Asayish, era desmantelar las células que operan en el campo y restablecer la seguridad con el objetivo de que las organizaciones humanitarias puedan dar el apoyo que se necesita con urgencia. El viernes pasado las autoridades presentaron el balance de la operación que incluyó el decomiso de armas, explosivos y la captura de 125 integrantes de células de EI, 20 de ellos cabecillas. Más de 40 mujeres cayeron en la redada.
“La comunidad internacional tiene que tomar medidas para ayudarnos antes de que estos campos sean un problema más grande y exploten. Entonces el mundo entero se verá afectado”, aseguró Kino Gabriel, portavoz de las FSD. Durante las inspecciones encontraron al menos un túnel y tiendas de campaña destinadas para el adoctrinamiento y entrenamiento. En un mensaje de voz enviado el viernes desde el campo de Al Houl después de presentar el balance de esta campaña, Gabriel destacó tres requerimientos urgentes de las autoridades locales para evitar que la situación en los campos siga empeorando: crear el mecanismo para que los integrantes del EI y sus familias puedan ir a juicio, dar mayor apoyo a los programas de rehabilitación y, por encima de todo, repatriar a estas familias a sus países.