Enredados con el cordón a Vox
La entrada de Vox en el Parlament ha cogido con el pie cambiado a una parte de la clase política catalana y sin una estrategia conjunta para hacer frente al partido de extrema derecha. Al inicio de la legislatura, los partidos –salvo PP y Cs– aprobaron un cordón sanitario para impedir que los de Santiago Abascal accedan a los órganos de gobierno del Parlament y para no firmar iniciativas con ellos. Hace diez días, en el primer debate de investidura, un grupo de diputados del bloque antivox abandonó el pleno cuando iba a intervenir su portavoz, pero en la segunda sesión solo unos cuantos optaron per repetir el gesto.
¿Aislarlos da credibilidad a su discurso de que hay un complot de las élites contra ellos? ¿Son eficaces estas iniciativas para visibilizar el rechazo a la extrema derecha o son un mal negocio, como algunos se plantean? “No pienso irme más del hemiciclo (...) en el campo de la palabra y los derechos somos imbatibles”, reflexionó el martes el diputado de Junts Francesc de Dalmases, en Twitter. Los expertos consultados, politólogos y juristas, ofrecen diversas estrategias para combatir el discurso de odio y discriminación de la extrema derecha,
JOAN BOTELLA
PAU CANALETA
Hay que disputarles el terreno en el ámbito dialéctico y también en el policial, investigar sus conexiones, cómo se han implantado, la financiación”
No se trata solo de enfrentar un mensaje con otro, sino además ser capaz de generar ilusión en sus votantes, superar el odio con esperanza”
Un cordón sanitario puede tener cierto éxito si lo hacen todos, para enviar un mensaje nítido de que no se normalizan sus intentos de acabar con la democracia”
SILVIA CARRASCO
Hay que ponerles en contradicción constante, rebatir las ideas que atentan contra los pilares de la democracia y refutarles con cifras”
CARLES PONT
¿Un cordón ahora que ya están en las instituciones? El error es no combatirlo antes. Eso de ir a un debate electoral y no rebatirles, como ha pasado, es nefasto”
DAVID BONDIA
En Catalunya hay exceso de política simbólica; eso puede alienar al votante, y a la vez dificultar un acuerdo transversal para crear un cordón duradero contra Vox”
CAMIL UNGUREANU