“Esto no es un premio de la lotería”
La hija de Marta López, fallecida en los Alpes, expresa su decepción por los políticos
Cristina Subirats tenía 22 años el 24 de marzo del 2015 cuando su madre, Marta López, cogió el avión para asistir a la Feria de la Alimentación Anuga Foodtec, que se celebraba en Colonia (Alemania). Había cuatro vuelos ese día a Düsseldorf, pero cogió el fatídico GWI9525 que el copiloto estrelló en los Alpes.
“No me puedo creer que no nos veas crecer, cumpliendo con las expectativas y las ilusiones que habías depositado en nosotros. Tampoco puedo creer que jamás llegues a conocer a tus nietos, que hubieran tenido la gran suerte de tenerte como abuela”, leía Cristina en el acto en memoria de las víctimas un año después del siniestro.
Abogada, trabaja en banca. Está cursando un máster en recursos humanos y, al terminar, seguirá con sus estudios de Ciencias Políticas por la UOC... a pesar del desencanto que le han producido los servidores públicos. “Sorprende que, pese a las promesas que nos hicieron, nada haya salido adelante”. El dinero de Lufthansa, que sí han recibido íntegramente los hijos de alemanes, le subirá el tipo en la declaración de la renta que hará este mes puesto que ya percibe ingresos. “Hacienda me va a crujir”, suspira. “Lo que para el Estado no es nada, para nosotros es mucho”. El último cartucho es la PNL presentada por los partidos catalanes. “Tengo pocas esperanzas, pero me gustaría que prosperara porque me duele que ese dinero sea tratado como si nos hubiera tocado la lotería”. En realidad, el sentido de la ayuda es compensar el vacío que deja una de las persona de referencia de los hijos y la disminución de ingresos familiares. “Estoy orgullosa de haber tenido una madre como tú”, se despedía Cristina, “siempre serás un ejemplo que seguir, de esfuerzo, ganas de superación y fuerza”.