El Madrid no se inmuta
Los blancos ganan sin problemas al Eibar en medio de un temporal gracias a los goles de Asensio y Benzema
El Real Madrid despachó al Eibar sin grandes complicaciones y con un equipo de circunstancias en un partido marcado por el temporal de viento, lluvia y granizo que se abatió sobre Valdebebas en el segundo tiempo. La victoria permite a los blancos recuperar provisionalmente la segunda plaza con un punto más que el Barcelona (y un partido más) y afrontar con una cierta tranquilidad su semana decisiva, ante el
Liverpool el martes y el sábado en el clásico. Zidane dio pistas claras de lo que prepara en una semana tan exigente. Jugó con una defensa de cinco pese a tener delante a un Eibar que venía de tres meses (11 partidos) sin ganar.
Sin titulares indiscutibles como Ramos, Varane o Kroos, a Zidane le dio por blindar el once y otorgar la confianza a futbolistas que parecían de capa caída, como Marcelo, Isco o Militão, quien no jugaba desde finales de enero en un partido en el que aguantó en el campo ocho minutos. Fue ante el Levante, en la última derrota blanca.
El Madrid no necesitó una versión excelente para imponerse claramente. El Eibar tardó media hora en entrar en el partido y cuando mejor estaba se encontró con un gol de Marco Asensio tras un robo de Casemiro en el centro del campo y un pase en profundidad que el mallorquín resolvió con un control que fue una delicatessen y un remate que fulminó a Dmitrovic.
Hasta entonces el Madrid no había sabido plasmar en goles su superioridad. El marcador se le resistía. El Eibar había entrado con espíritu suicida porque a los dos minutos Pozo, jugador cedido por el Sevilla, dio un pase retrasado infame que dejó a Benzema solo ante el portero serbio. El francés, que venía de marcar en cada uno de los últimos seis partidos –después mejoraría la estadística–, intentó regatear a Dmitrovic teniendo a Asensio al lado y su remate fue repelido en última instancia por el portero con una mano milagrosa.
No acabaron ahí ni mucho menos los sustos para el Eibar. Al Madrid le anularon en la primera parte dos goles por fuera de juego bastante claros ratificados por el VAR: el primero, un cabezazo de Benzema a centro de Marcelo, y el segundo, en una bonita maniobra de Asensio, un taconazo que superó a Dmitrovic por debajo de las piernas del portero. También hubo un lanzamiento de falta de Asensio al travesaño. Era un Madrid muy poco simétrico, con todo el juego volcado por la izquierda, con un Marcelo solo preocupado en atacar, como en sus buenos tiempos.
Sin embargo, pasada la media hora, cuando el Eibar empezó a hacerse notar con la brega de Bryan Gil, le llegó el mazazo del gol, en el minuto 41, cuando ya vislumbraba llegar al descanso con el objetivo de no ir por detrás. Como las desgracias no suelen llegar nunca solas también en los últimos minutos se lesionó Bryan Gil, el reciente internacional, que ya no salió en la segunda parte.
El segundo tiempo empezó con otro gran chut de Asensio, protagonista de la tarde, y otra gran parada de Dmitrovic. El Eibar intentaba estirarse más, lo que beneficiaba al Madrid, que vive más cómodo cuanto menos cerradas sean las defensas.
El Madrid necesitaba cerrar el partido para evitar los sobresaltos de rigor de última hora. Cambió a la hora de juego Zidane a Asensio y Modric por Kroos y Rodrygo. Comenzó a llover y a soplar el viento con fuerza de vendaval y el Eibar pudo empatar con un pase retrasado de Lucas Vázquez a su portería que Courtois evitó corriendo hacia atrás y que sacó con el pie in extremis.
Llegó luego el granizo con intensidad y Zidane puso a Arribas y Vínicius por Marcelo e Isco. Marcó Casemiro y de nuevo se anuló el gol por un fuera de juego de Arribas en la génesis de la jugada. El 2-0 llegó por fin a los 73 minutos en un buen centro de Vinícius y un cabezazo de Benzema, al que nadie marcaba. Nueve goles lleva en siete partidos. Oxígeno para el Madrid ante su semana grande.
LA RACHA
El delantero francés marcó por séptimo partido consecutivo, periodo en el que ha sumado nueve goles