La Vanguardia

¿Y quién paga la renta básica?

El impacto presupuest­ario del acuerdo ERC-CUP echa atrás a Junts

- ÀLEX TORT Barcelona

Nos sentimos lejos de este proyecto de país que han pactado con la CUP”. Lo dijo el martes la portavoz de Jxcat, Gemma Geis, a cuenta del acuerdo firmado entre Esquerra y los anticapita­listas y el impacto presupuest­ario que supondrían medidas como avanzar hacia un modelo completo de gestión pública de la sanidad y la educación o destinar 1.000 millones de euros en los presupuest­os a políticas de vivienda. Pero, sobre todo, por la renta básica universal (RBU).

Esta renta, que en el acuerdo ERC-CUP no se concreta y se limita a trazar un plan piloto a tres años, la recogen en sus programas tanto republican­os como cuperos. Los segundos, de manera detallada, especifica­ndo que debería ser de 735 euros al mes para todo residente en Catalunya, 150 euros/mes para menores de edad. Junts ni menciona la RBU en las 342 páginas de su programa, el más extenso del 14-F. Se hace suyos los cálculos del economista Germà Bel para justificar que representa­ría unos 49.000 millones de euros el año, si se tuviera solo en cuenta a los mayores de edad y si fuera de 650 euros/mes (tomando como referencia la renta garantizad­a de ciudadanía catalana).

“¿Y todo eso, quién lo paga?”, se preguntan fuentes de Junts. La CUP, empero, asegura que no implicaría ningún gasto en el erario público y propone una reforma fiscal que pagarían el 20% de los contribuye­ntes más ricos. Esta reforma pasaría por generar un impuesto a las grandes fortunas, un impuesto de patrimonio más alto, revertir donaciones y sucesiones a las cifras que existían hace unos años o, incluso, aumentándo­los, y subiendo el gravamen al juego. Además, los cuperos proponen un tipo único de IRPF del 49%, que, a su parecer, serviría también para sostener la RBU y que saliera beneficiad­a el 80% de la población catalana.

Ha habido pruebas piloto. En Finlandia, en el 2017 y el 2018 con 2.000 personas y 560 euros mensuales. Los resultados, dudosos.

Sea como sea, la relación entre Junts y la CUP es escasa. Desde el 14-F solo se han sentado tres veces a negociar. Los cuperos entregaron a los posconverg­entes un documento hace semanas con sus propuestas sociales. Ninguna respuesta. Desde Junts afirman que el proyecto de los cuperos “es irrealizab­le”, mientras que la CUP avisa de que su pacto con ERC no se toca. Además, creen que las declaracio­nes de ayer del secretario general de Junts, Jordi Sànchez, a La Vanguardia, con las que abre la puerta a votar a favor de un gobierno Erc-cup-comunes si Esquerra así lo escoge son solo “una fanfarrona­da” para fortalecer su posición negociador­a.

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