La pandemia limita el baño de masas de la Real
El primer título de la Real Sociedad en 34 años llegó a Gipuzkoa entre importantes medidas de seguridad, a fin de evitar aglomeraciones y extremar el cumplimiento de las medidas anticovid. Un potente dispositivo cortó los accesos al aeropuerto de Hondarribia y las instalaciones de Zubieta, aunque no pudo evitar que varios cientos de aficionados recibiesen en la carretera a la expedición.
Los vigentes campeones de la Copa del Rey aterrizaron pasadas las dos de la tarde, después de haber desayunado en su hotel de Sevilla, aún en plena euforia. Los capitanes de la Real, Asier Illarramendi y Mikel Oyarzabal, fueron los encargados de bajar el trofeo del avión, seguidos del presidente del club, Jokin Aperribay, el director de fútbol, Roberto Olabe, y el entrenador, Imanol Alguacil.
A partir de ahí, se dirigieron a las instalaciones de Zubieta, donde los integrantes de la expedición cogieron sus vehículos y se pusieron rumbo a sus domicilios. El club y las instituciones no tienen previsto ningún recibimiento público para evitar concentraciones, aunque se realizarán actos protocolarios con los representantes institucionales.
Según informaron desde la Ertzaintza, durante la noche y la madrugada del sábado los aficionados respetaron el toque de queda (establecido en Euskadi de 22 a las 6 horas), de manera que no se tuvieron que realizar actuaciones para evitar celebraciones espontáneas.