El Espanyol golea en Albacete y acelera hacia el ascenso
Dos goles de De Tomás y otro de Calero lanzan al líder, que ya parece de Primera
“Es hora de subir”, escribía ayer Toni Segarra en este mismo diario. Así cerraba su columna del domingo, un ejercicio onírico psicodélico que establecía jocosos paralelismos entre Blade Runner y el periplo blanquiazul por la categoría de plata.
Aunque parezca excesivo, el ejercicio tenía su razón de ser. Se abre un abismo sideral entre el equipo de Vicente Moreno y sus compañeros de viaje en Segunda A. Talentos como Embarba, De Tomás, Darder o Puado sobrevuelan la categoría. Tienen tablas, talento y oficio, condiciones que convierten este peregrinaje en un paseo en carroza.
Incluso jugando a un nivel regular, como lo hizo ayer en su visita al colista Albacete, el Espanyol tiene margen de confianza. Ha ganado sus cuatro últimos partidos y ya se ve siete puntos por encima de la promoción de ascenso.
“Es hora de subir”, parafraseemos a Toni Segarra.
No hay otra manera de leer el partido de ayer. El Espanyol jamás pasó apuros. Le bastó con atar en corto al colista, muy lejos siempre del marco de Diego López, y abrir vías por los carriles.
Pedrosa, de un lado, y Embarba, del otro, echaron el balón a correr. Darder, en el centro, lo toqueteó con más elegancia que eficiencia. De Tomás, arriba, se limitó a esperar su momento.
Ese instante no llegó por vía aérea, ni tampoco en una carrera. Lo hizo a balón parado, de penalti, después de que Tomeu Nadal, meta albaceteño, saliera a por uvas: tocó a Embarba en un balón de escaso peligro y metió la pata. De Tomás marcó en dos movimientos y el Espanyol vio la luz antes del descanso (39).
No hubo debate desde entonces –tampoco lo había habido antes–, de manera que los minutos transcurrieron de forma plácida para el Espanyol, que marcó el segundo en el 63 (Calero) y el tercero en el descuento (De Tomás) y se aposentó más en su papel de líder de la categoría.