Más lectura para frenar el fracaso escolar
Relación directa entre la comprensión de textos y el éxito educativo
Los conocimientos que se adquieren en la escuela, prácticamente en todas las materias, se realizan mediante la explicación del profesor en el aula y los textos escritos. La nueva ley de educación, la Lomloe, da alas para utilizar otros formatos, como los audios y los vídeos, para formar al nuevo lector digital. Y subraya la habilidad lectora como herramienta trascendental en los procesos formativos del alumnado para los diferentes niveles educativos. Pero la cultura escolar vigente está aún marcada por la palabra escrita.
No adquirir una competencia lectora suficiente como para poder comprender e interpretar un texto, una facultad que se asienta entre los seis y nueve años, dificulta el éxito escolar futuro. Y es el camino a las muchas repeticiones y abandonos de los que España es campeona en Europa.
Los indicadores de PISA 2018 en competencia lectora, recientemente publicados, señalan no solo un bajo rendimiento de los alumnos españoles (o catalanes) en términos generales, inferior a la media de la OCDE, sino la gran cantidad de estudiantes de 15 años que se sitúan en el nivel más bajo. Uno de cada cinco estudiantes no alcanza la competencia lectora mínima.
LOS DATOS Uno de cada 5 alumnos españoles de 15 años no entiende la idea esencial en un texto
Esta estadística se da más en chicos que en chicas, más en inmigrantes que en nativos (hasta 32 puntos de diferencia). Los mismos grupos de alumnos que más aparecen en las estadísticas asociados a repetición de curso y abandono escolar.
En Catalunya, las estadísticas mejoran ligeramente. En las pruebas de competencias básicas indican que uno de cada siete alumnos no comprende lo que lee. El pedagogo Gregorio Luri considera que la dificultad escolar de los niños en la etapa de secundaria se puede adivinar ya a los 9 o 10 años, edades en las que los niños pasan de “aprender a leer a aprender leyendo”, según define.
“Celebramos cuando un niño empieza a decodificar signos y es capaz de verbalizar una palabra escrita”, explica Antonio Díez, “pero esa destreza no quiere decir que el alumno ya sabe leer, falta el siguiente paso: comprender lo que lee”. Y ese es el peldaño que no asienta bien el niño. “En la escuela se asume alegremente que lectura equivale a lectura literaria y eso no es así”, indica Díez. Este profesor participó como ponente en la quinta edición del Congreso Internacional de Comprensión Lectora de Infantil y Primaria (Ciclip), una iniciativa de la Asociación Leobien
MEJORA EN LAS ESCUELAS Los expertos apuntan la necesidad de priorizar el proceso lector de 1.º a 4.ª de primaria
en colaboración con Método Supertics y Edebé que tiene como objetivo fomentar la lectura y mejorar la comprensión lectora.
¿Qué significa un bajo nivel de comprensión lectora en primaria? No se trata del niño que no tiene fluidez a la hora de leer, sino que incluso teniendo fluidez no re
las informaciones esenciales del texto. No es capaz de relacionar hechos o interpretar las ideas principales. En definitiva, le falta comprensión global del significado y por tanto imposibilidad de argumentar su opinión respecto a la globalidad de un texto.
Esto implica muchas deficienras cias en su educación como un bajo rendimiento en otras materias (no entender enunciados de problemas de matemáticas, no poder seguir instrucciones determinadas, no saber hacer un resumen de un tema de historia...). Además de menor capacidad de concentración, baja expresión oral, y lectucuerda diversas como leer un mapa, un recibo, un prospecto de un fármaco o una información en las redes sociales.
“Los resultados del último informe TIMMS apuntan a que la caída escolar en las áreas no lingüísticas está muy estrechamente conectada con la comprensión lectora”, relata Ester Trigo, profesora del departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Cádiz. Se mide la comprensión lectora entorno a tres variables: acceder y obtener información; integrar e interpretar; reflexionar y valorar. “Estos tres procesos están presentes a la hora de resolver las preguntas planteadas en la prueba de matemáticas y ciencias de PISA”, indica Trigo.
A su juicio, la comprensión lectora no corresponde únicamente al profesor de lengua, sino que debería ser una tarea que compete a todo el claustro. “Por el aula de un alumno de primaria pasan hasta siete maestros (especialistas) y todos deben colaborar”. Las notas y la autoestima mejoran.
En este sentido, resalta la intervención lingüística realizada en el colegio García Lorca, de Algeciras, para combatir el absentismo escolar, mejorar la convivencia y el bajo rendimiento académico. Con un proyecto lingüístico intensivo en comprensión lectora “en 3 años todos los parámetros mejoraron”.
“No disponer de un nivel de comprensión lectora adecuado no solo es un predictor de fracaso escolar, sino que priva al alumno del descubrimiento personal, de la cultura y de su desarrollo como personas”, indica Lluís Mas, director del programa Lecxit de fomento para la lectura.
Para Díez sería esencial que el objetivo de la escuela de 1.º a 4.º de primaria fuera enseñar a leer. “Leer para aprender a leer”, especifica, para que se produzcan lo que se denominan “inferencias” (encontrar y comprender una información que no está explícita en el texto).
“En las universidades que conozco no se enseña a los futuros maestros la importancia de la comprensión lectora”, indica Díez, “pero sí cómo animar a la lectura”. En su opinión, el maestro puede utilizar la motivación para encontrar el fin que busca que es que el niño comprenda un texto. “No todos los niños acabarán disfrutando de la literatura, pero sería deseable que todos comprendieran las instrucciones de un medicamento”.
PEDAGOGO GREGORIO LURI
A los 9 años se adivina el éxito educativo: se pasa de aprender a leer a aprender leyendo
PROFESORADO
Todo el claustro debe estar implicado y no solo los tutores o profesores de lengua