Ayuso se impondrá con holgura el 4-M, según el CIS
Derecha e izquierda empatan a escaños en la Asamblea de Madrid, según el CIS
Las elecciones autonómicas de Madrid pueden ser la antesala de la reunificación del centroderecha y la derecha en España. El sondeo del CIS sobre los comicios regionales del próximo 4 de mayo dibuja un ascenso espectacular del PP, que engulliría el grueso de los votos de Ciudadanos (hasta el punto de dejar a Cs fuera de la Asamblea) y se haría con el 41% del sufragio de Vox.
El resultado de esa concentración del voto conservador en torno a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, sería un avance popular de 17 puntos, hasta rozar el 40% del sufragio. Ese porcentaje proporcionaría al PP 59 escaños en la Cámara madrileña, a diez de la mayoría absoluta, según la estimación del CIS, que ha operado con una muestra de más de 4.000 entrevistas realizadas entre el 19 y el 28 de marzo.
El problema de la actual presidenta de Madrid es que podría quedarse sin socios para gobernar, ya que Cs (con una estimación de voto del 4,4%) no obtendría representación y Vox se mantiene de momento solo ligeramente por encima del 5%, la barrera que permite acceder a la Cámara. Por ahora, los escaños de la ultraderecha (9) permitirían a Ayuso sumar la mitad de los diputados de la Asamblea: 68 sobre 136.
El resto del mapa electoral madrileño dejaría a un PSOE a la baja (25,3%, dos puntos menos que en el 2019 aunque un escaño más: 38) y a Unidas Podemos asegurándose la representación, ya que mejoraría su resultado anterior en tres puntos (rozaría el 9% del sufragio) y en tres diputados más (con un total de 10). En cuanto al partido de Íñigo Errejón, Más Madrid, retendría el mismo apoyo que hace dos años: casi un 15% de los votos y 20 diputados.
En cualquier caso, los indicadores son muy favorables para la candidata popular pese al enorme rechazo que genera en el electorado de izquierda, un 50% del cual puntúa su gestión con una nota asimilable al cero. De ahí que las valoraciones que registra la presidenta no reflejen con exactitud el respaldo que genera entre sus teóricos votantes.
Por ejemplo, solo el socialista Ángel Gabilondo y la errejonista Mónica García aprueban en el panel de líderes, frente a Ayuso, que suspende con un 4,9. Pero el 80% de los votantes del PP o de Vox aprueban la gestión de la presidenta madrileña. Y casi un tercio de los electores populares puntúan incluso con un 10 su actuación, lo mismo que uno de cada cuatro votantes de Vox.
De hecho, el elector ultra o el de Cs no solo prefiere a Ayuso como presidenta sino que le otorga mejor puntuación que a su propio candidato. Globalmente, un 39% de madrileños quiere a la candidata popular como presidenta, frente a solo un 22% que prefiere a Gabilondo.
Además, el nivel de movilización y fidelidad electoral del centro derecha y la derecha es muy superior
Cs quedaría fuera de la Cámara; Vox está en el filo; el PSOE pierde gas; Mas Madrid resiste, e Iglesias mejoraría voto
al del electorado de izquierdas, que se muestra más bien apático. Por eso, el factor que decidirá los comicios es el nivel de movilización de cada bloque. Y ahí, la activación en clave de sufragio útil de los votantes conservadores parece imbatible. El 86% de los electores populares, el 49% de los de Cs y el 41% de los de Vox votarán a Ayuso, mientras que solo un 57% de los electores socialistas del 2019 dice que apoyará a Gabilondo y menos del 50% de los de Más Madrid o Unidas Podemos votarán a su respectivo candidato.
La clave fundamental del resultado parece encontrarse, por tanto, en la disposición a acudir a las urnas. Con una participación estimada del 75%, las asimetrías en la movilización son decisivas. Mientras el 90% de los votantes populares o de la derecha radical afirman que votarán en los comicios autonómicos, solo el 76% de los electores socialistas muestra idéntica disposición (que roza el 80% entre los votantes de Más Madrid o de Pablo Iglesias).