Los comunes proponen a Lucas Ferro y el PSC se mantiene a la expectativa
Cs oye “tambores de desobediencia” en la Mesa y recuerda “el golpe del 2017”
Los comunes se quedaron fuera de la Mesa del Parlament en la constitución de la XIII legislatura pese a tener a su favor la geometría variable y buscan ahora una oportunidad para enmendar esa situación a costa de Junts, el grupo al que siempre señalan como su antagonista político, máxime por sus alianzas con Esquerra Republicana, a la que cortejan para un ejecutivo de izquierdas.
La formación que en la Cámara catalana lidera Jéssica Albiach mantuvo contactos para hacerse con la cuarta secretaría del órgano rector hasta última hora con los republicanos, que estaban dispuestos a cederles una de las dos sillas que ocupan ahora, sin que eso alterara la mayoría independentista en la Mesa. Sus negociaciones, a mediados de marzo, no fructificaron y finalmente ERC logró que Ruben Wagensberg ocupara ese puesto.
En Comú Podem también contaba con otra ruta alternativa para estar en ese órgano decisorio: de la mano de los votos cedidos por parte del PSC –que hizo de Celestina–, Ciudadanos y el PP. Sin embargo, los de Albiach desestimaron esa opción, aunque con solo ocho diputados y siendo la sexta fuerza en representación parlamentaria no es fácil tener la posibilidad de estar en la Mesa.
El partido de Ada Colau pretende ahora que Lucas Ferro, portavoz de Podemos Catalunya, ocupe la segunda secretaría de la Mesa tras la salida del abogado posconvergente Jaume Alonsocuevillas, según avanzó ayer Europa Press. Ya le votaron a él el pasado 12 de marzo tras haber hecho lo propio con Joan Carles Gallego cuando se escogía al presidente del Parlament.
Para que el dirigente morado llegue a la Mesa debería ser el diputado con más apoyos en la votación del pleno en el que se hará efectiva la renuncia del parlamentario de Junts y se elegirá a su sustituto. Así las cosas, la única posibilidad es que los republicanos no voten a favor de Aurora Madaula, que ya ha sido ungida en Junts como la candidata a reemplazar a Cuevillas. Sin el concurso de ERC la opción de los comunes no prosperará y, sin duda, ese asunto envenenaría aún más las negociaciones para la formación del Govern y la investidura de Pere Aragonès.
Fuentes consultadas señalan que aún no ha habido conversaciones de los comunes con otros grupos y en el PSC entienden que habrán hablado con alguien porque solo tienen ocho diputados y los posconvergentes más de 30.
Asimismo, los socialistas cataconexión: lanes ven como “un nuevo despropósito” que se fulmine a Cuevillas “por unas declaraciones”.
En un día festivo en Catalunya como el lunes de Pascua, en el que algunos partidos no quisieron ofrecer una respuesta pública a la crisis en la Mesa y aplazaron sus valoraciones hasta hoy, Ciudadanos no tardó en reaccionar, vía Twitter. El presidente de su grupo, Carlos Carrizosa, se mostró irónico al anunciar que Cuevillas “tiene un problema poco común e imperdonable entre sus actuales correligionarios”. Y es que sus “conocimientos jurídicos”, de los que, se colige, carecen, según Carrizosa, los demás posconvergentes, lo han llevado a desvincularse de la disciplina de Junts, motivo por el cual ha sido despojado de su cargo.
Además, el líder de Ciudadanos en Catalunya comparó la situación actual con la de septiembre del 2017, cuando la mayoría independentista del Parlament aprobó las llamadas leyes de desla ley del Referéndum, por un lado, y la de Transitoriedad Jurídica y fundacional de la república, por otro: “Es terrible comprobar cómo en la Mesa del Parlament ya suenan tambores de desobediencia que nos retrotraen al golpe del 2017”, lamentó
El diputado morado solo tiene asegurados los ocho votos de su grupo y precisa el concurso de ERC
El PP acusa de sectarismo a Junts: “Quien discrepa acaba apartado por traidor y ‘botifler’”
Carrizosa para concluir su tuit.
Por parte del PP, Alejandro Fernández, su jefe de filas en el Parlament, también hizo gala de su proverbial socarronería, y aseguró que “Junts empieza a recordar a la secta del sol”, ya que, según dijo, “quien discrepa acaba apartado y acusado de traidor y botifler”.