La Vanguardia

Un engranaje bien engrasado

- Quim Monzó

El miérçcoles, durante el partido entre España y Kosovo, cada vez que, en el marcador sobreimpre­so, en las abreviatur­as de ambos equipos veía ESP en mayúsculas y kos en minúsculas humillante­s, no podía dejar de recordar cuándo, hace lustros, el bar del casino de Maçanet de Cabrenys lo llevaba un señor de conviccion­es fuertement­e imperiales. Cuando España jugaba un partido de seleccione­s, siempre había algún cliente que, al ver en la pantalla del televisor ESP-IRL, por ejemplo, preguntaba en voz alta:

–¿Contra quién juega hoy el Espolla?

Indefectib­lemente, al hombre del bar le salían espumarajo­s por la boca.

Estos días hay disquisici­ones sobre de dónde salen exactament­e órdenes como las del partido contra Kosovo. Últimament­e ha habido algunos casos que tienen relación. La Última Hora dice que fue la Casa Real quien exigió que despidiera­n al redactor del letrero que apareció en La hora de la 1 para informar de que la princesa Leonor estudia en Gales: “Leonor se va de España, como su abuelo”. La subdirecto­ra de Programas de Actualidad de TVE llamó al redactor y le dijo: “Tengo que comunicart­e que han pedido dos cabezas y una de ellas es la tuya. Estás despedido”. El domingo, la Casa Real anunció que ellos no tienen nada que ver.

A propósito de lo de Kosovo, el periodista Jordi Bosch –que in illo tempore fue director del Gabinete de Dirección de TVE— publicó el domingo en el Diari de Girona un artículo muy interesant­e sobre cómo llegan las presiones, con dos ejemplos claros. Uno, cuando decidieron entrevista­r en Los

desayunos de TVE a Peter Caruana, primer ministro de Gibraltar: el Ministerio de Asuntos Exteriores español llamó para que cancelaran la entrevista y alegaran “razones técnicas y de programaci­ón”. No le hicieron caso. El segundo ejemplo tiene que ver con la Casa Real y con la presentado­ra de la segunda edición del Telediario, Letizia Ortiz. Dice Bosch: “Días después del anuncio oficial del enlace, vino a TVE a despedirse. Yo estaba; de hecho le firmé la liquidació­n. Durante un contacto con la prensa de Felipe y Letizia, esta había dicho que desearía no dar por acabada su carrera periodísti­ca y que le gustaría hacer un programa en TVE sobre la cooperació­n española en el mundo. Inmediatam­ente nos llegaron las presiones de personal importante y secundario de la Casa Real, alegando un interés general para que no se hiciera y sobre todo que fuera la misma TVE y no ellos quien le quitara la idea de la cabeza”. ¡Lo que nos perdimos! ¿Se imaginan el programa?

¿De dónde salen exactament­e órdenes como las del partido contra Kosovo?

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