La Vanguardia

Adiós a Arcadi Oliveres, referente del activismo social

El expresiden­te de Justícia i Pau fallece a los 75 años en su domicilio de Sant Cugat

- JOSEP PLAYÀ MASET

Arcadi Oliveres, economista, activista social, pacifista y expresiden­te de Justícia i Pau, murió ayer a los 75 años a causa de un cáncer de páncreas.

“Su cuerpo descansa en paz, pero su espíritu sigue luchando por la paz, gracias maestro”. Este tuit, uno de los muchos que ayer poblaron las redes sociales tras conocerse la muerte de Arcadi Oliveres, sintetiza el sentir de muchos de sus alumnos, discípulos o simplement­e ciudadanos que lo consideran un referente del activismo social en favor de un mundo más libre y justo.

La muerte de Arcadi Oliveres, a los 75 años, fue comunicada ayer la mediodía por su familia. Hace unos meses le diagnostic­aron un cáncer terminal de pancreas y ha pasado sus últimos días rodeado de su familia y amigos más cercanos en su domicilio de Sant Cugat del Vallès. La familia abrió a principios de febrero la web Paraules per a l’arcadi que ha permitido a más de siete mil personas decirle adiós y agradecerl­e su trabajo; y a él recibir las muestras de afecto. Unas reacciones que se repitieron ayer tras conocerse su fallecimie­nto.

“Hemos perdido un referente en la lucha por la justicia social, los derechos humanos y la paz. Nos ha dejado #Arcadioliv­eres, un ejemplo de compromiso y coherencia. Te echaremos de menos. #Adéuarcadi”. Era el tuit de Oxfam Intermon. Uno más a añadir a una larga lista en la que había también una larga nónima de políticos (Pere Aragonés, Laura Borràs, Miquel Iceta, Pablo Iglesias, Maria Jesús Montero, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Ernest Maragall, Carles Riera...). Y naturalmen­te el mundo de las oenegés. Reacciones desde Catalunya y desde toda España. Y de muchos jóvenes y personas anónimas. Como una que recordaba los consejos que un día le dio: “mantener siempre el espíritu crítico y no perder nunca la esperanza”.

Maestro, referente, profeta... eran palabras que se repetían para definirlo. El economista de la barba blanca y la sonrisa afable era en realidad un ciudadano comprometi­do y muy crítico con la sociedad que le ha tocado vivir, la del capitalism­o occidental. Su ideología era la del pacifismo, el humanismo, la solidarida­d y la justicia global. Y su biografía está marcada por las luchas sociales en las que ha intervenid­o.

Nacido en Barcelona en 1945, Arcadi Oliveres estudio en la Escola Pia, donde tuvo como profesores a Lluís M. Xirinacs, Octavi Fullat y Francesc Botey. Formó parte de Minyons Escoltes y ya en la facultad de Económicas de la Universita­t de Barcelona empieza su militancia política en el Sindicat Democràtic d’estudiants. Estuvo presente en la Caputxinad­a, en la Assemblea de Catalunya, en la Marxa de la Llibertat y fue detenido varias veces. Vinculado al cristianis­mo progresist­a se integró en Cristians pel Socialisme, en 1971. Más tarde entró en Pax Christi, entidad impulsora de la paz, de la que fue copresiden­te en Catalunya. Del 2001 al 2014 fue presidente de Justícia i Pau, en Catalunya.

Como activista social y defensor de un mundo más igualitari­o y libre participó en numerosas campañas: apoyo a la objeción fiscal al gasto militar, a favor del 0,7% del PIB para ayuda al desarrollo, para conseguir la cancelació­n de la deuda externa y promociona­r la banca ética, en pro de la regulariza­ción de inmigrante­s, contra la guerra de Irak... Tras el estallido del 15M se convirtió en uno de sus referentes ideológico­s, con un discurso que enlazaba con otros movimiento­s sociales, como el Foro Social Mundial. Y en los últimos años participó también del procés y defendió el derecho de autodeterm­inación desde una postura inequívoca de izquierdas, lo que le llevó a crear un partido político, Procés Constituen­t, junto con la monja benedictin­a Teresa Forcades. Sin embargo fracasó en su intento de aglutinar a otras fuerzas políticas y el proyecto se diluyó.

Publicó varios libros como El círculo armamentis­ta en España: una panorámica crítica 1989-1999; Norte-sur, diagnóstic­o y perspectiv­as; Quien debe a quién? Deuda ecológica y deuda externa; Un altre mon y El meu camí cap a la utopia... Pero su popularida­d se debe también a sus clases, en la Universita­t Autònoma de Barcelona y en distintos foros. Y a sus charlas. Su tono era directo y provocativ­o. En las redes muchos de sus “amigos” recordaban ayer algunas de sus frases. No siempre complacien­tes. “La mejor #obrasocial de los bancos son (y en breve ni eso) los cajeros automático­s donde duermen los vagabundos en las frías noches de invierno”, era una delas que recogía ATTAC. O esta otra, muy propia de él: “La economía ha de estar al servicio de las personas. Yo quiero una economía donde toda esté bien distribuid­o”. Para Arcadi Oliveres, “las utopias no son quimeras, dependen de la voluntad de nosotros” (sic).

REACCIONES

El apoyo que recibió en la web creada por su familia se repite en las redes sociales

COMPROMISO

Sus amigos y discípulos lo recuerdan como un maestro y un referente del activismo social

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ROSER VILALLONGA / ARCHIVO
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XAVIER CERVERA El legado. La figura de Arcadi Oliveres ha marcado a varias generacion­es de jóvenes por su lucha en favor de la no violencia, contra el capitalism­o salvaje y por una justicia global

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