Alerta por la oleada de robos en las escuelas del Maresme
Los ladrones se ensañan con los centros del Maresme aprovechando las facilidades de acceso
La alta concentración de material informático (ordenadores portátiles y tabletas), derivada del uso compartido por los escolares de este tipo de dispositivos y de la desprotección de estos equipamientos, han convertido a los centros educativos en presa favorita de los ladrones. La situación es especialmente delicada en el Maresme. Una decena de robos en escuelas de la comarca han disparado la alarma en la comunidad educativa, que reclama mayores medidas de seguridad.
Las escuelas son un lugar apetecible para los ladrones. Es una de las consecuencias indeseadas del proceso de digitalización impulsado por la Generalitat. Disponen de aparatos electrónicos de fácil salida al mercado negro. Los investigadores sospechan de bandas organizadas que utilizan menores.
Desde el inicio del curso varias escuelas del Maresme han sido asaltadas para robar los ordenadores y material electrónico como los chromebooks, que los centros guardan para ser compartidos entre los alumnos. Es el caso de la Joan Maragall de Arenys de Mar, donde el botín fue de 17 ordenadores, o la escuela Misericordia en Canet de Mar. Además, los ladrones se llevan dinero y fuerzan las máquinas expendedoras para robar la recaudación.
El mayor índice de robos se concentra en Mataró, donde una decena de escuelas e institutos han sido asaltados el último semestre. Algún centro ha sufrido hasta cinco robos desde que empezó el curso, como el Institut-escola Mar Mediterrània, donde robaron una treintena de ordenadores
ASALTOS
5 en lo que va de curso en un instituto de Mataró
LA CONSECUENCIA
El proceso de digitalización convierte los colegios en imanes para los cacos
LA CAPITAL
Mataró concentra el mayor número de asaltos en los últimos meses
el 21 de marzo. Los ladrones accedieron en dos ocasiones el mismo día, primero a las tres de la tarde para robar algunos ordenadores, después esperaron tres horas a que la policía abandonara el lugar para volver a por el grueso del botín, Accedieron por una puerta trasera desmontando el cristal. Otro centro, el IES Àngela Bransuela, sufrió seis robos en una semana. También asaltaron en pocos días la escuela Josep Montserrat i Meritxell y el Instituto Miquel Biada
“Nos sentimos muy desprotegidos, nos han robado cinco veces en un semestre”, lamenta Marc Castañé, jefe de estudios de la Escola Mediterrània, que remarca que los ladrones “cada vez hacen más daño” y provocan más destrozos. En el último asalto se llevaron hasta la torre del ordenador de dirección. El centro no disponía de tabletas porque la Generalitat no se las ha repuesto desde el último asalto. Llama la atención que “los ladrones saben muy bien adónde van y se marchan en pocos minutos”. Los docentes inciden en el impacto anímico en profesores y alumnos cuando “llegan y se encuentran la escuela abierta con los cristales rotos”.
La junta de directores de centros públicos de primaria de Mataró denunció la oleada de asaltos y “la indefensión”. Piden a Ayuntamiento y Generalitat que actúen “con urgencia y celeridad”. El Ayuntamiento ha anunciado que reforzará la seguridad para evitar nuevos robos. El concejal de Educación, Miquel Àngel Vadell, anunció una partida inicial de 200.000 euros para blindar los accesos a las plantas bajas e instalar puertas de seguridad en las dependencias donde se guarda el material más sensible.
Fuentes de la investigación admiten que los robos siguen un patrón común. Siguen la pista de una banda organizada que utiliza a los menores para cometer los asaltos, teniendo en cuenta el reducido coste penal que se les impone por sus acciones. Ponen como ejemplo que en la zona del Vallès se detectó una frutería que actuaba como receptadora de los objetos robados por los menores y los empaquetaba.