El Consell per la República crea una identidad digital
No permitirá “a corto plazo” hacer trámites en la Generalitat
El Consell per la República, la asociación con sede en Bélgica y liderada por Carles Puigdemont, ha lanzado una suerte de identidad digital que entregará a sus 93.000 afiliados.
El Consell, que en estos momentos es objeto de controversia en las negociaciones para la constitución del nuevo ejecutivo catalán, ha lanzado esta iniciativa que permitirá “votar y participar como ciudadanos en el registro republicano del Consell” y aportará otros beneficios “de consumo estratégico, entidades sociales, medios y clubs...”.
La idea es que la acreditación del Consell pueda servir también para acreditarse en “entidades, empresas, sindicatos, fundaciones y asociaciones” que utilizarían la misma identidad asignada por la organización que lidera Puigdemont.
No obstante, la entidad puntualiza que la identidad digital del Consell no permite “a corto plazo” hacer trámites ante la Generalitat porque, precisa “la administración de la Generalitat sigue siendo autonómica”. Con todo, considera que la creación de esta sistema de acreditación forma parte de la “preparación de estructuras para el futuro” y “permitirá hacer trámites que el Estado no controlará (o desconocerá)”. La identidad es, además, asegura la organización, un “espacio de soberanía y empoderamiento ciudadano”. La entidad no precisa quién gestionará todos los datos y si podrá o no compartirlos con terceros.
Desde el inicio del procés ha habido diversos intentos de extender entre los activistas independentistas un sistema de identificación personal, al margen de los documentos oficiales que se utilizan en España y por tanto en Catalunya. Ninguno de estos proyectos ha logrado implantarse bien sea por su coste o porque al final ofrece muy pocos beneficios a su poseedor. La identidad digital que ayer anunció el Consell parece ir en esa misma línea.
El título acreditativo como miembro del Consell tendrá un soporte digital, a través de una aplicación descargable en el teléfono o también un soporte físico en unas tarjetas de bambú “para respetar el medio ambiente”. La identidad costará entre 6 y 12 euros, en función del soporte utilizado.
La iniciativa fue saludada por algunos de sus afines como Jordi Puignerò, conseller de Polítiquesdigitals i Administració Pública y uno de los hombre de mayor confianza de Puigdemont en el gobierno saliente de la Generalitat. El diputado Carles Carrizosa, de Ciudadanos, por el contrario, ironizó ácidamente sobre la iniciativa: “La duración de la desconexión con el Estado no superará los 8 segundos. Sin obligación de permanencia”.