Cómo ayudar a gobernar
Hay que centrarse en las prioridades para que Catalunya
salga de la crisis
La política independentista ha suplantado a la política real hasta el punto de que, para defender y restituir a los políticos afectados por los procesos judiciales, iniciados tras el referéndum ilegal del 1 de octubre, se ha llegado a utilizar a las instituciones en beneficio propio para dirimir sus conflictos. Tras más de medio año con un gobierno en funciones y tras unas elecciones que estuvieron a punto de ser desconvocadas por razones más políticas que sanitarias, resulta urgente preguntarse: ¿cómo se puede ayudar, desde fuera del independentismo, para que no vuelvan a repetir los errores de anteriores legislaturas? Son errores que se produjeron por una desmedida competencia entre las fuerzas públicas independentistas, luchando por tener razón y no por hacer lo correcto.
Lo que podemos hacer es mostrar hasta qué punto es negativo para avanzar en el gobierno de un país no conseguir dejar de preguntarse quién hizo lo correcto el 1 de octubre o no dejar de señalar a los independentistas que quieren avanzar de la mano del diálogo con el Estado para lograr una solución política y social al conflicto. Habrá que empezar a rendir cuentas a los catalanes por la acción de gobierno y no hacerlo al Consell per la República. Hay que ser más leales al país en el que despertamos cada día para ir a trabajar que al país soñado. Deben dejar de construir imágenes inspiradoras y centrarse en las prioridades políticas que permitan a Catalunya salir lo antes posible de la crisis. Podemos ayudar si los problemas que genera el independentismo no ocupan todo el espacio de debate público y se abre el debate a mostrar los problemas de los ciudadanos.
Podemos ayudar si la sociedad, sin miedo, exige al independentismo, que tiene la responsabilidad de gobernar, no seguir basando la acción política en el falso dilema de elegir entre España y Catalunya. Es un falso dilema que concentra las energías del país en buscar enemigos. Podemos ayudar si logramos que los que conforman el gobierno entiendan que el futuro se juega en lo que hagan el 2021, pues la pandemia exige un compromiso con el ahora, este preciso instante en que escribo este artículo.