La Fiscalía de Girona baja la petición de pena a un violador por pedir perdón
Un joven que cometió una agresión sexual en la madrugada del 24 de junio del 2019 en Llafranc (Girona) ha pedido perdón a la víctima, en un proceso de mediación restaurativa, y ha abonado los 10.000 euros de indemnización que se le solicitaba por el daño moral causado. Por ello, se le ha aplicado un atenuante y el abogado de la víctima y la Fiscalía han rebajado la petición de prisión de 9 a 2 años. También se ha incluido el atenuante de embriaguez.
Si la Audiencia de Girona lo aprueba, el procesado, que ha reconocido los hechos, no tendrá que entrar en prisión con la condición de no delinquir durante 5 años y seguir un programa formativo de educación sexual.
El caso llegó ayer a juicio a la Audiencia de Girona. Según reconoció el procesado, estaba manteniendo relaciones sexuales consentidas con la chica cuando él le propuso una práctica que ella rechazó. Entonces, el acusado “la azotó y la sujetó con fuerza” y la violó.
La fiscal y la acusación particular pedían inicialmente 9 años de prisión por un delito de agresión sexual. Pero antes del juicio, la víctima y el agresor aceptaron voluntariamente explorar la vía de la justicia restaurativa mediante un proceso dirigido por un mediador.
La justicia restaurativa entiende que la respuesta al delito no puede ser solamente punitiva, sino que debe haber reconocimiento del delito y reparación del daño causado por parte del agresor. En España no está regulada aunque se practica en algunos tribunales de justicia juvenil.
En este caso, se abrió un canal de contacto entre el procesado y la víctima con el objetivo de hablar sobre el daño sufrido y poder repararlo. El procesado reconoció los hechos y pidió perdón a la joven. “Las partes, libre y voluntariamente, se han sometido a un proceso de mediación, en el marco del cual el acusado le pidió perdón”, apuntó la fiscal Luciana Remacha . En la sala de vistas de la sección tercera de la Audiencia de Girona, el acusado reiteró públicamente las disculpas y consignó los 10.000 euros que la Fiscalía pedía como indemnización por el daño moral.
El consumo excesivo de alcohol en esa noche, verbena de Sant Joan, admitido por el acusado, también ha actuado de atenuante.
Además de la pena de dos años, también se solicita 5 años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 100 metros. La abogada de la defensa, Maria Monguilod, pidió que se suspenda la ejecución de la pena del procesado, ya que carece de antecedentes. Si se acepta, no debería entrar en prisión con la condición de no delinquir durante un plazo de 5 años y someterse a un programa formativo de educación sexual.
La fiscal y el abogado de la acusación particular, Benet Salellas, no se han opuesto a esta propuesta. “No solo no nos oponemos, sino que instamos que se acuerde la suspensión por petición expresa de la víctima”, concretó el abogado que manifestó que, a través de la mediación, la chica se siente “completamente restaurada” desde unos perspectiva personal y moral.
Salellas añadió que deseaba “poner en valor el proceso de mediación y de justicia restaurativa que se ha llevado a cabo” y que la medida penal alternativa de seguir un curso de educación sexual supondrá “culminar el proceso”, añadió. El juicio ha quedado visto para sentencia.
La víctima aceptó la práctica de justicia restaurativa por la que recibió las disculpas y una reparación del daño