La Vanguardia

¿Qué hizo grabar Oscar Wilde en su bastón de marfil al salir de la prisión?

- NÚRIA ESCUR

Excéntrico y genial, fue un hombre capaz de remover la moral victoriana de su época. La misma sociedad que le llevó a la cárcel por su homosexual­idad.

“He puesto una coma por la mañana, la he quitado por la tarde”, así bromeaba Oscar Wilde sobre su condición de escritor. Al autor irlandés, alma de obras como El retrato de Dorian Gray, le debemos centenares de frases ingeniosas y una historia personal intensa.

A mediados de 1891, mientras vivía el período más prolífico de su carrera, era el invitado deseado de los círculos literarios más selectos de Londres. Si su mente brillante no pasaba desapercib­ida, su aspecto menos: abrigos de pieles, sombrero de ala ancha, capas, flores en el ojal, medias de seda, hebillas de plata...

En julio de aquel año, en una velada literaria, conoció al que sería el amor de su vida y mayor causa de sus desgracias: lord Alfred Douglas. Bosie, el joven y apuesto poeta de 22 años, hijo del marqués de Queensberr­y y estudiante del Magdalen College, deslumbró a Wilde, que entonces tenía 38 y estaba casado.

Pronto empezó la persecució­n del escritor capitanead­a por el padre de Bosie (paliza con boxeador incluida) y, a golpe de amenazas, el escándalo fue tomando dimensione­s. Todo acabó en un juicio donde, en principio era Wilde quien acusaba al marqués por haberle dejado una nota acusándole de “ostentoso sodomita”.

El día de la vista, ante una sala a rebosar de público,wilde apareció vestido de azul oscuro, con adornos de terciopelo y una flor blanca. Tras aquel primer asalto, confiados, Bosie y Wilde se regalaron una semana de descanso y champán en Montecarlo. Años más tarde, en De profundis, el autor reconoce su error: “No consideré la espantosa trampa que me tendían”.

Las cosas se pusieron en su contra. El padre de Bosie le acusó de catorce cargos de ultraje contra la moral pública y la mañana del 3 de abril de 1895 Wilde apareció en el juzgado con una corbata negra y un alfiler de diamante y zafiro. Rara discreción. Empezaron las preguntas sobre su vida privada: “¿Alguna vez ha experiment­ado un sentimient­o de adoración desmedida por una persona hermosa de sexo masculino?, le preguntó Carson. A lo que el escritor respondió con su famoso: “Nunca he sentido adoración por nadie que no fuera yo”.

Wilde fue arrestado. Su esposa Constance envió a sus dos hijos a casa de su hermano en Suiza; nunca más volverían a ver a su padre. Fruto de la odisea, el juez le condenó a dos años de trabajos forzados. El 19 de mayo de 1897, finalmente, sale en libertad de la prisión.

Cuando, mucho tiempo después, fueron subastados en Edimburgo su bastón de mango de marfil y un tintero de latón, el coleccioni­sta que se quedó con el lote se dio cuenta de algo. El bastón llevaba grabada una inscripció­n: “OW, C33”. Eran sus iniciales y el número de la celda que ocupó en Reading mientras estuvo en prisión. No quiso olvidarlo.

 ??  ?? El escritor Oscar Wilde
El escritor Oscar Wilde

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain