Corea del Norte se retira: no llevará deportistas a Tokio
Tras semanas de reuniones y reparos, el Comité Olímpico de Corea del Norte comunicó ayer que no irá a Tokio 2020.
El Estado más opaco del mundo dijo que ya no corre el coronavirus por su país, pero luego añadió que está empeñado en que así siga siendo, y ello a cualquier precio. Si no se puede ser olímpico, no se será.
La decisión de los norcoreanos, aunque justificable desde un punto de vista sanitario, desmonta el ideario olímpico, el espíritu de la globalización, la intención de unir a todos los agentes del planeta durante tres semanas con la excusa de repartirse las medallas, los éxitos y los récords.
El no de Pyongyang interrumpe una carrera que se estaba alargando: Corea del Norte estaba siempre lista desde Barcelona’92, los grandes Juegos de la reconciliación, cuando el baloncesto estadounidense fundaba su Dream Team e incluso los soviéticos eran bien vistos (aunque fuera bajo la bandera de la CEI, Comunidad de Estados Independientes).
Ahora, la ausencia de Pyongyang echa un jarro de agua fría, uno más, sobre Tokio 2020, los Juegos que se celebrarán en el 2021 y que avanzan a tientas, quién sabe si a puerta cerrada, quién sabe si atenazados por las cuarentenas, tantas cuestiones tiene abiertas.
Incluso Seúl, la vecina del sur, lamenta la ausencia de los norcoreanos. Mun Jae In, el presidente de Corea del Sur, aspiraba a limar asperezas con el opaco norte presentando un equipo conjunto en
EL CORONAVIRUS
El no de Pyongyang entristece a Seúl: Corea del Sur aspiraba a comparecer con un equipo ‘pluricoreano’
Tokio, una representación pluricoreana que limara todas las aristas que separan a unos y otros.
Ahora, Corea del Norte vuelve a ponerse de espaldas. Lleva semanas ejecutando pruebas con misiles y no quiere saber nada del resto del mundo, atenazado aún por la pandemia, por mucho que las vacunas vayan circulando.
Tokio dijo que seguirá adelante con los Juegos, pase lo que pase –incluso aunque le falte el respaldo de los tokiotas–, pero este golpe reabre dudas.
¿Qué ocurrirá si es otro país, más poderoso, más implicado, el que diga que no va a los Juegos?