La remodelación facial, un tratamiento integral para armonizar los volúmenes y la forma del rostro
El Dr. Joan Pere Barret, cirujano plástico, jefe del servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario Vall d’hebrón de Barcelona, explica qué es una remodelación facial, un tratamiento integral que incorpora diferentes técnicas como el
lifting, la blefaroplastia, la rinoplastia, la otoplastia, la mentoplastia y cambios en las estructuras óseas con osteotomías.
¿Qué es una remodelación facial?
Tradicionalmente, la remodelación facial se ha relacionado con el cambio de las estructuras óseas, pero en la actualidad es muy habitual referirse a ella también para remodelar los tejidos blandos que conforman la cara.
La remodelación facial es una intervención quirúrgica que se realiza con el objetivo de armonizar los volúmenes y la forma del rostro, de manera que está especialmente indicada para aquellos pacientes de cualquier edad con desarmonización facial. Sin embargo, también se puede realizar en las personas que desean un cambio importante en sus facciones o para reparar deformidades faciales congénitas como, por ejemplo, las hemiatrofias faciales leves. En estos casos es necesario realizar cambios en las estructuras óseas para conseguir el resultado esperado.
¿Cómo conseguir la armonía y belleza con una remodelación facial?
El rostro es nuestra carta de presentación cuando nos relacionamos con las demás personas, pero no siempre nuestra imagen refleja lo que nos gustaría. Esto se debe a diferentes factores, como la anatomía o morfología de nuestra cara, los factores genéticos, el paso de los años o los adelgazamientos bruscos, que pueden alterar la armonía y belleza de nuestro rostro.
Nuestra cara está formada a partir de una serie de elementos estructurales, que están muy bien diferenciados y que crean el equilibrio y la armonía que transmite nuestro rostro. Entre estos elementos se encuentran los pómulos, el mentón, la mandíbula, los arcos de las cejas y la nariz. Mediante la remodelación facial es posible cambiar la morfología de las estructuras básicas del rostro, con el objetivo de conseguir una cara en la que todos los elementos y componentes puedan convivir en armonía. De esta manera, la remodelación facial pone a disposición de los pacientes una técnica para conseguir esa belleza y naturalidad que todos buscamos.
¿Cómo se realiza la intervención?
Para planificar la cirugía, utilizamos herramientas de simulación en 3D. Junto al paciente, elaboramos un plan de actuación de las distintas zonas de la cara para conseguir el resultado deseado. La duración de una remodelación facial suele ser de aproximadamente ocho horas, dependiendo de la complejidad de cada caso particular.
Requiere un ingreso hospitalario de uno o dos días y se lleva a cabo en una única cirugía en quirófano, bajo anestesia general.
Se trata de una intervención en la que se puede hacer uso de diferentes técnicas. A nivel de estructura ósea, se pueden realizar osteotomías, cortando y remodelando los huesos faciales, con el fin, por ejemplo, de estrechar o ampliar el mentón o la mandíbula. En otros casos se utilizan prótesis de mentón, mandíbula o pómulos. Si nos centramos en los tejidos blandos, las técnicas son la rinoplastia, la otoplastia, el lipofilling o injerto de grasa, la blefaroplastia y todo tipo de liftings.
Mediante el empleo de las distintas técnicas disponibles, es posible conseguir desde un cambio facial radical hasta un retoque sutil de las diferentes zonas del rostro, adaptando sus volúmenes y formas con el objetivo de obtener un resultado final con la armonía, simetría y belleza que buscamos. Después de la intervención, el paciente podrá recuperar la normalidad en su actividad diaria e incorporarse al trabajo al cabo de tres o cuatro semanas.
¿Cuáles son los beneficios de esta técnica?
En pacientes con desarmonización facial y en aquellos que desean un cambio importante en sus facciones, la remodelación facial consigue cumplir sus deseos aportándoles belleza y autoestima. En las personas que han cambiado su imagen debido al paso de los años, esta técnica permite recuperar la naturalidad y frescura del rostro.
¿Cómo son los resultados?
Esta cirugía se planifica de manera muy precisa junto al paciente. Se concretan cada una de las zonas a tratar con un objetivo global y realista. Se obtienen resultados naturales a la vez que significativos. Como cirujano, potencio aquellas zonas del rostro que aportan belleza y personalidad y actúo mejorando aquellas zonas que lo desarmonizan o afean.
Se emplean herramientas de simulación 3D para planificar la cirugía y se elabora un plan de actuación junto al paciente