Seguridad y precisión: la inteligencia artificial para luchar contra la diabetes tipo 1
Todos hemos oído hablar de la diabetes, incluso muchos tenemos amigos que la sufren. Pero quizás es más desconocida la diabetes de tipo 1 (DT1), una enfermedad en la que el sistema inmunitario no reconoce como propias las células productoras de insulina y las destruye. Eso significa que, desde el momento del diagnóstico, las personas con DT1 necesitan de la administración de insulina para poder vivir con normalidad.
El Dr. Ignacio Conget, jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona y profesor asociado de Medicina en la Universitat de Barcelona, explica que “la DT1 puede afectar a personas de cualquier edad, aunque en la mitad de los casos afecta a menores de 15 años, es decir, fundamentalmente afecta a la población infantil y a adultos jóvenes”. La buena noticia es que la tecnología médica, en el campo de la diabetes, se ha puesto al servicio de estas personas, ofreciendo soluciones para ajustar en tiempo real y automatizar al máximo la infusión de insulina, una acción que por sí mismos no serían capaces de realizar. Es el caso de los sistemas integrados de asa cerrada. Una tecnología que permite una automatización muy elevada, consiguiendo que los pacientes puedan realizar sus rutinas diarias con un buen control de la enfermedad, sin exigirles estar continuamente pendiente de ella. Esta innovación supone una gran diferencia tecnológica, ya que, si bien los sistemas anteriores eran “ciegos”
o utilizaban patrones estándar para la infusión, ahora un monitor informa prácticamente en tiempo real de las necesidades del paciente a una parte del sistema, que regula la cantidad de insulina que necesita y la administra de forma automática. La autonomía y la posibilidad de hacer una vida normal son las grandes ventajas que ofrece esta solución tecnológica, más allá de haber mostrado los mejores resultados en lo que a control se refiere. Pero el sistema de asa cerrada va más allá: ya es posible personalizar la terapia mediante un algoritmo de inteligencia artificial, a través del cual el sistema aprende del propio paciente para personalizar la infusión de insulina de forma segura y precisa.
“Muchos profesionales nos refieren que con sólo unos días con esta tecnología permite alcanzar a la mayoría de los pacientes con DT1 un tiempo en rango (tiempo en el que se tiene la glucemia controlada) por encima de lo que a día de hoy se considera un control glucémico satisfactorio”, explica María García de Pablo, directora de la división de Diabetes de Medtronic en España y Portugal.
"Esta innovación supone una gran diferencia tecnológica porque un monitor informa prácticamente en tiempo real de las necesidades del paciente"
CONECTIVIDAD Y CONTROL REMOTO
Gracias a su conectividad por bluetooth, el sistema de asa cerrada permite que los datos se suban a la nube. De esta manera, no solo el paciente puede controlar su glucemia a través de su teléfono móvil, sino que en los casos frecuentes en los que afecta a niños, los padres también pueden saber el estado de su hijo. Además, y especialmente importante durante la pandemia, los médicos también pueden monitorizar a distancia a sus pacientes, aumentando el control y la rapidez de actuación y evitando visitas a centros de estos pacientes que son personas de riesgo. “En una situación no covid, esto ya sería una ventaja, pero en estos momentos todavía más. Adicionalmente, enviamos al domicilio todos los fungibles que requiere el sistema para minimizar las visitas a los hospitales, algo que tradicionalmente se hacía de manera periódica cada tres o cuatro meses”, concluye María García, de Medtronic.
Y es que cada día nos acercamos más a la creación del páncreas artificial. “Todavía estamos algo lejos de obtener uno cien por cien autónomo, pero estos sistemas híbridos ya han demostrado su efectividad y seguridad en un número significativo de pacientes”, señala el Dr. Conget. Un avance que para las personas que padecen diabetes tipo 1 ha sido un paso de gigante en la calidad de vida de su día a día.
“Esta tecnología consigue tener a muchos pacientes con tiempos en rango similares o equivalentes a las personas que no sufren diabetes”