Josep Pons
Director de orquesta
El director musical del Gran Teatre del Liceu, Josep Pons, ha sido investido doctor honoris causa por la Universitat Autònoma de Barcelona. En su lección magistral ha explicado su credo: “El arte infunde conocimiento”.
La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha incorporado al director musical del Gran Teatre del Liceu, Josep Pons Viladomat, a su claustro de profesores. En un acto realizado ayer, el rector Javier Lafuente le invistió doctor honoris causa, a petición de la facultad de Filosofía y Letras de la universidad.
Nacido hace 64 años en Puigreig (Barcelona), Josep Pons es uno de los directores de orquesta más reconocidos de su generación. Resumir su carrera es todo un reto, ya que lleva dedicando su vida a la música desde que fue admitido en la Escolania de Montserrat a los 8 años. Desde entonces, ha sido director de la Orquesta Ciudad de Granada y de la Orquesta Nacional de España, entre otras, y fundó la Orquestra de Cambra Teatre Lliure, en 1985, y la Jove Orquestra Nacional de Catalunya, en 1993. También ejerció como director musical ejecutivo de las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Desde el 2012 es el director de la Orquesta del Gran Teatre del Liceu y, desde ayer, doctor honoris causa por la UAB.
La distinción dirigida a Josep Pons se ha concedido a causa de “su compromiso con el panorama musical catalán; su contribución en la recuperación y difusión del patrimonio musical hispánico; su apoyo tanto a compositores contemporáneos como a nuevas generaciones de instrumentistas; la creación de proyectos innovadores y de excelencia; y su esfuerzo de llevar la música a los nuevos públicos del siglo XXI”, según se confirmó en el que supuso el primer acto presencial (con restricciones) de la universidad desde el inicio de la pandemia.
El padrino encargado de la laudatio, el catedrático del departamento de Arte y Musicología de la UAB, Francesc Cortés, cualificó a Pons con seis méritos que comparte junto a la universidad: la búsqueda de calidad, el compromiso con la modernidad, el espíritu constructor, la implicación social, la proyección internacional y la promoción de la juventud.
Tras recibir el diploma y la medalla por parte de Lafuente, el doctorando regaló a los 200 asistentes al acto, y a los que lo hicieron por streaming, una lección magistral titulada Quién soy. Cómo soy. Qué hago en la que explicaba su “credo”: “Creo firmemente que a través del arte podemos adquirir conocimiento”. De ese modo, aseguraba que “el arte infunde conocimiento” y que cree en su necesidad. En este sentido, apuntó que “en el periodo que nos toca vivir”, se le puede considerar “como el único remedio que nos puede sacar de los dualismos simplificadores”. “Creo en la magia del arte y de la música”, continuó, finalizando con un rotundo: “Creo en la honestidad y el compromiso como pilares que permiten ‘ser’ y no ‘parecer que soy’”. Su lección también contó con “desapasionadas” reflexiones sobre su profesión: “Un buen director no lo será hasta que sea capaz de escuchar la partitura con los ojos y de leerla con las orejas”.
El acto continuó con la proyección de un fragmento de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu, dirigida por Pons, interpretando Amor brujo, de Manuel de Falla, y finalizó con el Gaudeamus igitur. El acto íntegro se puede visionar en streaming a través de Youtube.
El director musical cree en la magia del arte y de la música, así como en su necesidad vital