Díaz se estrena como vicepresidenta afianzando las relaciones con el PNV
El inicio de su ronda de partidos en Bilbao avala al grupo vasco como socio
La visita de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, a Sabin Etxea es un gesto con un estimable valor político. La vicepresidenta tercera escogió inaugurar su ronda de contactos con los partidos que apoyaron la investidura visitando la sede del PNV y ahondado en el talante conciliador que se ha labrado durante los últimos 15 meses.
La cita sirve para avalar al PNV como socio estratégico y afianzar la ambivalente relación con los jeltzales, preocupados por la solidez de los compromisos del Gobierno central y críticos con el rol que tuvo Iglesias en el Ejecutivo.
El hecho de que la ministra escogiese al PNV para iniciar la ronda de contactos, por delante de otros socios parlamentarios con más escaños como ERC, tiene valor para las dos partes.
Díaz se estrena como persona fuerte de Podemos en el Gobierno marcando perfil propio y realzando su conocida capacidad de interlocución más allá del espacio ideológico más próximo.
El encuentro sirve, además, para engrasar las relaciones con el PNV, tanto desde la perspectiva del Gobierno y su ministerio como en lo relativo a Podemos. Yolanda Díaz dejó un mensaje en las redes sociales de los que gusta en Sabin Etxea, al reconocer su papel como interlocutor. “Hoy me he reunido en Bilbao con Andoni Ortuzar y Aitor Esteban para abordar los ejes estratégicos de la vicepresidencia tercera y seguir consolidando los espacios de encuentro y diálogo con el PNV, una fuerza política clave para la estabilidad de nuestro país”, señaló.
El PNV se ha reivindicado como el socio más fiel del Gobierno, si bien esta relación no está exenta de sobresaltos. Esta misma semana, el lehendakari Urkullu ha censurado que la decisión de no prorrogar el estado de alarma más allá del 9 de mayo no se consensuase con las comunidades y ha mostrado su preocupación por la falta de soporte legal que tendrán las medidas anticovid. El Ejecutivo vasco, que quiere aprobar en julio una ley vasca anticovid para blindar sus decisiones, también ha criticado la suspensión de la vacunación con Astrazeneca en menores de 60 años.
Al margen de la gestión de la pandemia, el reparto de los fondos europeos y los plazos que se manejan preocupan al Gobierno Vasco, que presentó en diciembre el programa Euskadi Next 2126 y no sabe hasta qué punto va a poder completar las casi 200 inversiones previstas en un planteamiento fundamental para su estrategia de recuperación. “Nos parece necesario aclarar entre esta semana y la siguiente si hay acuerdo o no en las materias que estamos negociando”, manifestó el martes el Gobierno vasco.
El cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika esta legislatura, cuatro décadas después de su aprobación, es otro ámbito crucial dentro de lo que el PNV denomina la agenda vasca. En este caso, los jeltzales se muestran optimistas con respecto al cumplimiento inminente de parte del cronograma, si bien se mantienen vigilantes.
El partido de Andoni Ortuzar ya ha visto como uno de los puntos del acuerdo de investidura, relativo a la llegada del tren de alta velocidad esta legislatura, no se cumplirá, una vez que se ha anunciado un nuevo retraso hasta el 2027. No quiere que esa situación se repita con los otros 11 puntos de aquel acuerdo.
Más allá de las relaciones con el Gobierno, la sintonía del PNV
El PNV quiere arrancar un compromiso del Gobierno para los fondos de europeos del plan Next Generation
con Pablo Iglesias ha estado marcada por la desconfianza. El partido jeltzale consideraba que el hasta ahora líder de la formación regalaba a EH Bildu un protagonismo desmedido en Madrid, dejándoles en un segundo plano. El talante de Yolanda Díaz y esa asunción explícita del PNV como socio estratégico para el futuro del Gobierno abren la puerta a una mejora de esas relaciones.
Por de pronto, el PNV subrayó en una nota la cordialidad del encuentro y su entera disposición a abordar la reforma laboral, uno de los aspectos concretos que se trataron en la reunión.